El verano huele y sabe a ensaladas. En casa no dejamos de comer ensaladas en invierno, pero en verano… ¡Ay, las ensaladas del verano! Ayer mismo, el almuerzo se compuso de una ensalada de judías blancas y, de postre, una ensalada de de frutas, es decir, una macedonia. ¡Y tan felices!

Hace unos días leí en algún sitio que actualmente llamamos ensalada a todo y, oye, tampoco es así. Si lees las acepciones que pululan por ahí, puede darte dolor de cabeza. Según la RAE, una ensalada es ” hortaliza o conjunto de hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otros ingredientes” y, entonces, la mayoría de las ensaladas que podemos ver por doquier no lo serían. Para la Larousse Gastronomique, “plato de verduras crudas o de alimentos fríos, aliñado con una salsa fría, que se sirve como entremés, entrante o antes de comer queso“. Estos franceses… ¿Qué harían sin el queso? Yo tampoco sabría qué hacer. ¿Y qué dice la Wikipedia, de la que soy contribuyente en cuanto a contenidos y donante por lo mucho que me aporta?

“Una ensalada es, en líneas generales, un plato frío con hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas, fundamentalmente con sal, aceite vegetal y vinagre. Puede tomarse como plato único, antes o después del plato principal, e incluso como complemento. También puede ser de una sola hortaliza”.

Según esta última definición y las anteriores, las ensaladas deben ser frías. Así pues, tendríamos que descartar las ensaladas con componentes tibios o calientes, como, por ejemplo, la César. También se señala que, para ser ensalada, debe llevar hortalizas y, como no indica que no pueda llevar otros ingredientes (carnes, pescados, pastas, arroz…), estos se permiten. Sin embargo, si no lleva hortalizas, no es ensalada. Se admite que las hortalizas puedan ser crudas, aunque, al indicar que puedan estar frías, se permite que hayan sido cocinadas.

En cuanto a los aderezos, ya ves, hay mucha discrepancia: desde el clásico de sal, vinagre y aceite vegetal, hasta simplemente decir “salsas frías”. Así pues, admitimos que los aderezos puedan ser heterogéneos y es que los aliños marcan el carácter de una buena ensalada, ¿no crees? A mí me encantan.

Para la mayoría de la gente, la ensalada es un primer plato o un entremés, aunque yo, al igual que la Wikipedia, entiendo que una ensalada pueda ser plato único o complemento del plato principal (y comerse junto con él). ¿Tú qué piensas?

En consecuencia, mi aliño de pimientos asados es una ensalada con todas las de la ley: es un plato frío, su ingrediente principal es una hortaliza y va aliñado con una salsa fría. ¿Te gustaría probarlo?

Aliño o ensalada de pimientos asados

INGREDIENTES (para 4 personas):

• 3 pimientos rojos o pintones
• 1 tomate grandote y maduro
• 1 cebolla roja mediana
• 3 dientes de ajo grandes
• 1 huevo duro
• 50 ml de aceite de oliva virgen extra
• 25 ml vinagre de jerez
• sal marina gruesa
• pimienta negra recién molida
• hierbabuena algún gusto

ELABORACIÓN:

1º) Lava bien los pimientos y quítales las semillas. Ponlos en una fuente refractaria amplia, añade los ajos sin pelar y chafados y llévalos al horno durante 20 minutos a 180ºC. Déjalos enfriar dentro del horno y, luego, pélalos y córtalos en tiras anchas. ¡No deseches el jugo de los pimientos asados! Es imprescindible para el aliño posterior. Tampoco tires los ajos asados.

2º) Pela la cebolla y córtala en juliana fina.

3º) Lava y corta el tomate en cubos grandes. No deseches el jugo que va soltando.

4º) Mezcla los pimientos asados y cortados, con los cubos de tomate, la cebolla y los ajos pelados y chafados. Salpimienta a tu gusto.

5º) Junta en un tarro el aceite, el vinagre, los jugos del pimiento y el tomate. Tápalo y agítalo hasta emulsionarlo. Vierte este aliño sobre las hortalizas, mézclalas bien y lleva a la nevera, al menos, un par de horas. Mejor si es de un día para otro.

6º) A la hora de servir, añade el huevo duro cortado en trozos y la hierbabuena.

A tener en cuenta

• Cualquier aliño queda mejor de un día para otro, así que tenlo en cuenta y organízate.
• Puedes sustituir la hierbabuena por perejil picadito o incluso cilantro.
• Un toque de comino le va muy bien.
• A menudo hago este aliño de pimientos asados sin tomates y sin cebolla. Lo meto en un tarro grande y lo guardo en la nevera para hacer sandwiches, bocadillos o acompañar un pescado a la plancha.
• La cebolla morada, mientras más finita, más pilla el aliño y más rica está.
• Puedes hacer una picada de huevo duro y echarlo por encima de los pimientos.
• Si a este aliño le pones unas caballas de lata, al natural o en aceite, es un platazo de verano. Cuando no tengo muchas ganas de cocinar y tengo este aliño en la nevera, sancocho unas papas (cuezo unas papas peladas), abro una lata de caballas al natural o en aceite y les pongo los pimientos asados y aliñados por encima. Con una cervecita fría es una magnífica y veraniega comida.
• Si te animas, añade una cucharadita de mostaza de Dijon al aliño. ¡Soberbio!

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¡Sano y de rechupete! Hasta pronto.