El calabacín en carpaccio, sin cocinar, es mi manera preferida de degustar esta deliciosa verdura de temporada durante el mes de mayo. No sé si has comido el calabacín de esta forma, pero, si no, deberías ir poniéndolo en tu lista de recetas pendientes.
Me gusta mucho este vegetal, en sus diversas variedades, pues, además de estar riquísimo, contiene mucha cantidad de agua y minerales, así como las mínimas calorías. Sin embargo, con el tiempo, he ido cocinándolo más de unas formas que de otras. Así, por ejemplo, reconozco que guisado no me apasiona, pues se reblandece demasiado y pierde sabor. Al vapor, me gusta, siempre y cuando quede un poco turgente, igual que si se hornea. Salteado y doradito, me chifla y crudo… ¡Pura delicia!
Carpaccio
En principio, el carpaccio es una receta de lonchas finísimas de carne cruda de res y maceradas, inventada en Italia y servida como aperitivo. Con el tiempo, cualquier producto servido de esa manera (lonchas finas, maceradas y sin cocinar) ha pasado a denominarse, por extensión, carpaccio.
Siguiendo esa extensión del término, podemos preparar carpaccio no solo de carne, sino también de pescado, de verduras e incluso de frutas. En mi caso, como ves, se trata de un carpaccio de una verdura, el calabacín, y una fruta, la mandarina.
Este carpaccio de calabacín es un perfecto aperitivo para una comida al aire libre, pero también queda genial en una mesa elegante de una comida familiar cuando empieza a hacer buen tiempo. Además, es muy sencillo de hacer, aunque necesitarás una mandolina o ser muy hábil con el cuchillo, para lograr finísimas lonchas como las de estas fotos.
Si bien es cierto que no todas las verduras se prestan bien en forma de carpaccio, el calabacín es toda una estrella en este sentido. Tanto es así que puedes, incluso, cortarlo longitudinalmente y formar flores, por poner un ejemplo. Los asiáticos son reyes en este campo, aunque a mí me falta paciencia para tanto derroche de trabajo que termina en un bocado.
El calabacín
La denominación científica del calabacín es cucurbita pepo. Las cucurbitáceas provienen de Mesoamérica, es decir, el sur de América del Norte (la mitad sur de México) y toda Centroamérica. En España, lo llamamos calabacín, mientras que en Italia y en varios países de América, lo llaman zucchini, aunque también zuquini, calabacita, zapallo, zapallito… ¡Cuántas formas de denominar a ese delicioso vegetal!
Hay calabacines de color verde oscuro, verde claro, blanco y amarillo. Pueden ser alargados o en forma de globos y los hay más carnosos o más acuosos. En fin, que hay variedades para todos los gustos y según lo vayas a preparar de una forma u otra.
En las Islas Canarias, además del calabacín, tenemos un producto muy típico y tradicional, como es el bubango. Para quienes no lo sepan, el bubango no es un calabacín redondo, sino un producto distinto, con un crecimiento mucho más lento y que se encuentra en este archipiélago desde fecha anterior a 1700. Además, es más grande, más carnoso, menos acuoso y con mucho más sabor que el calabacín. De hecho, la Red de Semillas Canarias ha puesto en marcha una campaña para que la gente aprenda a distinguirlo y que no le den gato (calabacín redondo) por liebre (bubango), pues este último es más caro que aquel.
Carpaccio de calabacín
INGREDIENTES
- 1 calabacín mediano lavado
- 1 mandarina de piel muy fina y lavada
- queso muy curado
- sal marina gruesa
- pimienta negra recién molida
- hojas de albahaca fresca
- aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN
1º) Laminar el calabacín. Corta el calabacín en finísimas lonchas con una mandolina. Deben ser casi transparentes. Distribuye las lonchitas ocupando toda la superficie del plato. Añade la sal y deja que esta actúe, extrayendo el agua del calabacín y formando un juguito salado. No te pases con la sal. Se trata de resaltar el sabor del calabacín, no de salarlo en exceso.
2º) Laminar la mandarina. Corta 4-5 lonchitas de mandarina, con su piel, y extrae el zumo del resto. Reparte las ruedecitas de mandarina por encima del calabacín.
3º) Cortar el queso. Con un pelador, saca láminas del queso curado y espárcelas sobre el calabacín y la mandarina.
4º) Preparar el aliño. Mezcla 2-3 cucharadas de aceite con el zumo de mandarina. Emulsiónalo bien y riega el carpaccio. Añade la pimienta molida y las hojitas de albahaca.
Como ya ves, preparar este carpaccio no tiene ningún misterio ni complicación. Puedes probar con diferentes verduras (tomate, espárrago verde, zanahoria, coliflor, col…) y frutas (naranja, limón, melón, fresa, papaya…) e intentar aliños diversos. Se trata de comer saludable y alimentarse con productos crudos es magnífico para nuestra salud, siempre y cuando no tengas algún problema de salud que lo impida por la razón que sea.
Espero que te haya gustado y disfrutes de este platazo sano y de rechupete.
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Seguro que está muy rico, la pinta la tiene. Y es muy original. Probaré aunque ahora no sé si encontraré mandarina.
El calabacín crudo nos encanta en casa, con el paso de los años muchas verduras las comemos crudas con cortes originales ;o) El calabacín lo solemos en espaguetis o en carpaccio con los primeros calabacines del año, los tiernos y pequeñitos que no tienen semillas o casi. Con mandarinas nunca lo hemos combinado pero es cuestión de lanzarse… a ver si quedarán mandarinas en el mercado…
Un beso grandote,
Palmira