Comienza el mes de las vacaciones por excelencia, al menos por aquí, en el hemisferio norte. Según lo veo, es el ideal para participar, ya que disponemos de un poco más de tiempo de ocio para salir a hacer fotos por puro amor al arte.

Es verdad que este año será un agosto muy extraño, porque, incluso, habrá mucha gente que no pueda tomarse vacaciones por diversas razones. Además, la mayoría no está por la labor de viajar y muchos hemos decidido quedarnos en nuestros pueblos o ciudades. ¿Por qué no aprovechar para agarrar la cámara y salir a fotografiar los rincones más hermosos o curiosos de nuestros lugares de residencia habitual? Yo voy a hacerlo.

¿Por qué no aprovechar para agarrar la cámara y salir a fotografiar los rincones más hermosos o curiosos de nuestros lugares de residencia habitual?

¿Superará este reto fotográfico el de #miveranoesrosa?

Después del reivindicativo y positivo #rfijulio2020, va a ser complicado elevar las expectativas. Por un lado, el toque de color rosa en mi galería me ha entusiasmado. ¡Ha quedado divina! Por otro lado, agradezco muchísimo la participación consciente y reivindicativa que han aportado las participantes en este reto fotográfico. ¡Muchísimas gracias!

¿Y cuál será el color de nuestros muros de Instagram durante el mes de agosto?

Así como en meses anteriores y tras la situación del confinamiento, que alteró mis previsiones sobre los diferentes retos de este año, no he movido una coma del reto de agosto. Sabía lo que quería para el mes de agosto desde que comencé a preparar los retos del 2020. Es que para mí, sin duda, el mes de agosto tiene un color: el amarillo.

Es verdad que agosto, para muchas personas, es azul, porque se acercan al mar desde puntos alejados del país, pero yo siempre tengo el mar cerca y el azul no lo relaciono con agosto de ninguna de las maneras. Yo, cuando llega este mes, cálido y luminoso, necesito que haya mucho amarillo a mi alrededor: en mi ropa, en mis bolsos, en las toallas de la playa, en mis abalorios…

El amarillo es mi color vital. Es ese color que me levanta el ánimo y que asocio con el período veraniego. Además, me encanta usarlo en la composición de mis fotos. Es un color de luz, de transparencia y honestidad, de amistad. Hay quienes lo encuentran un color demasiado estruendoso para sus ojos e incluso sé de quienes lo consideran no apto para colorear las prendas que visten. Probablemente tenga que ver con lo que se asociaba en el Medievo a este color: prostitución, enfermedad o religión diferente. Es curioso, porque en épocas anteriores a la Edad Media, el amarillo era símbolo de riqueza, de fuerza e intelectualidad, poder y divinidad (no cristiana, claro) y son las virtudes por las que he elegido el amarillo para pintar nuestras galerías de Instagram del mes de agosto.

El reto fotográfico en Instagram de agosto de 2020

Así pues, el #rfiagosto2020 será #amarilloporaquíyporallá. Apartemos los prejuicios ilógicos contra este color tan abundante en la naturaleza y reivindiquemos la fuerza racional del amarillo, porque está lleno de luz y porque, además, sienta muy bien. Pintemos nuestras fotos de amarillo y de todas las tonalidades maravillosas que engloba: desde el sofisticado dorado hasta el cálido mostaza, pasando por los amarillos pastel o los rabiosos tonos amarillo limón.

Si quieres participar, solo tienes que hacerlo. Haz tus fotos incluyendo este color en cualquiera de sus tonalidades, añade los dos hashtags concretos y etiquétame, si quieres que yo pueda ver la foto cuando la subas a tu cuenta de Instagram. ¿Te unes al reto fotográfico en Instagram del mes de agosto?