Este es un guiso maravilloso para quienes se olvidan siempre de poner las judías en remojo el día anterior (como yo) y para quienes dicen detestar las acelgas. Yo no entiendo que a alguien no le gusten las acelgas, pero como sé que hay personas así, he hecho este plato de modo que ya no tengan excusas para comerlas. Al ser pochas y además de tarro, el guiso se hace en un periquete y está buenísimo. ¡Que nadie se quede sin comer legumbres!
Pero, ¿las pochas son legumbres? Parece ser que no. La legumbre es la semilla seca de las leguminosas, mientras que las pochas o, por ejemplo, las habichuelas (judías verdes) se consideran verduras, pero no legumbres. Así pues, el quid de la cuestión es si las vainas han sido recolectadas y secadas (legumbres) o no (pochas, habichuelas, etc.), porque las cualidades nutricionales y organolépticas varían mucho. Las pochas tienen más cantidad de agua y sus carbohidratos son más complejos y de más lenta absorción que los de las legumbres. Además, su digestión es más sencilla, así que todos aquellos a quienes las legumbres les sienten mal, saben que tienen la opción de decantarse por el consumo de pochas.
¿Qué son las pochas?
Las pochas son una variedad de judía blanca que se consume antes de su madurez y su nombre es debido a que la vaina donde se encuentran tienen un color clarito, algo “pocho”. Al recolectarse algo inmaduras aún, las semillas casi no poseen pellejo y son muy finas de textura, poco harinosas. Se recolectan, se desgranan y se comen estando frescas. Evidentemente también pueden congelarse o conservarse cocidas.
Para hacer este guiso tan fácil y rápido, yo me he inclinado por las pochas que se compran ya cocidas y vienen en tarros de cristal. Busca una marca de confianza y que no te dé ningún apuro. Hay que comer bien sin dejarse la vida en ello.
Pochas en caldo de acelgas
INGREDIENTES (2-3 personas como plato único)
- un tarro de 400 g de pochas cocidas
- 10 hojas de acelgas
- 1 cebolla blanca
- 1/2 pimiento verde
- 3 dientes de ajo
- sal marina gruesa
- 1/2 cucharadita de comino en grano
- 1/2 cucharadita de granos de hinojo
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1/4 de cucharadita de pimienta blanca recién molida
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 3/4 l de agua
ELABORACIÓN
1º) Lava las acelgas y córtalas en trozos. Reserva.
2º) Pon el aceite en una cazuela mediana y un poco alta y dora los ajos laminados. Incorpora la cebolla, un poco de sal y el pimiento verde finamente picados. Añade la cúrcuma, el comino, el hinojo y la pimienta blanca. Rehoga hasta que la cebolla se ablande y cambie su color a transparente.
3º) Agrega los trozos de acelga, mezcla bien, tapa la cazuela y deja que se guise. Cuando las acelgas hayan reducido completamente, sube el fuego y vierte el agua. Lleva a ebullición durante 2-3 minutos. Aparta del fuego y tritura con la batidora hasta obtener un caldo verdoso. Si quieres, puedes colarlo, pero perderás la fibra de la acelga, la cebolla y el pimiento. Yo no lo recomiendo.
4º) Vuelve a poner la cazuela a fuego medio bajo e incorpora las pochas escurridas del agua del tarro y lavadas suavemente. Cuécelas durante 3-4 minutos y corrige de sal.
5º) Saca 4-5 pochas, aplástalas con un tenedor y vuelve a introducirlas en la cazuela, removiendo un poco. Lograrás una textura más espesa.
6º) Sírvelas solas o con un poco de arroz blanco cocido.
Puedes ver otras recetas de judías en mi blog, como, por ejemplo, esta ensalada que además lleva bacalao.
¡Que disfrutes con esta receta sana y de rechupete!
Que buenas. Pues con este día, tiene que entrar de maravilla. Y yo si que las veo fotogénicas y apetecibles, además.
Besos.
Yo creo que esta clase de platos, que no son fotogénicos de por sí, tienen que gustar para encontrarlos atractivos y me da que a ti, como a mí, te gustan mucho las comidas de cuchara.
Besitos
Chica me apunto este caldo verdoso de acelgas porque me parece la opción perfecta para darle un toque distinto al potaje de acelgas que preparo en casa! Aquí las pochas (o su equivalente local) se compran congeladas y me da que quedarán de 10!
Besos,
Palmira
Fíjate que yo congeladas no las he encontrado aquí, por eso, cuando las encuentro de tarro, me lanzo a ellas. Ya me contarás qué tal, Palmira.
Un besito
Vengo de una tierra de pochas, y en casa siempre hay bien secas (fuera de Navarra no las he encontrado secas nunca, y que fueran pochas de verdad y no judías blancas disfrazadas), bien congeladas. Y vivo con un odiador de acelgas. Sí. Tiene muchas virtudes, se le puede perdonar esa debilidad. Así que la receta ya está en favoritos.
Lo de odiador de acelgas me ha calado… jajajajajaja Conozco a muchos así y, la verdad, me cuesta entenderlo. Si tienes la suerte de poder acceder a pochas frescas y de verdad, ni te lo pienses. Te gustará el plato. Es muy agradecido.
Besitos, Ana.