Por estas fechas me gusta mostrar recetas navideñas en el blog, pero me apetecía ir un poco más allá y enseñarte que hay vida más allá del besugo al horno, del cabrito o de los langostinos en salsa rosa. No tengo nada contra esas recetas tan nuestras, pero siempre es positivo aprender qué se cuece fuera de nuestras fronteras. Por eso he querido recurrir a un plato muy tradicional de las mesas polacas en Navidad y créeme, merece la pena conocerlos, hacerlos y probarlos.
El pieróg (pierogi es el plural) es una masa rellena de los más variados ingredientes, salados y dulces, que se hierve y se suele servir acompañado de crema agria. Los pierogi nacieron como comida humilde asociada a los campesinos, pero hoy en día son el exponente de la comida callejera polaca. Según tengo entendido, puedes estar un buen rato delante de un puesto intentando decidir qué pierogi pedir. Pueden ser salados y dulces. Los más clásicos e invernales son de papa y queso (pierogi ruski); los hay de chucrut; rellenos de cordero y ternera; solo de col; o de frutas, muy usuales en verano. Yo me he decantado por el pieróg más navideño, por si te apetece prepararlo para Nochebuena o en Navidad.
Lo cierto es que en Polonia, puedes verlos por doquier y no solo en la calle, sino en las mesas de los restaurantes más sofisticados, porque estas empanadillas hervidas se han popularizado tanto que era imposible evitar que fueran, al tiempo, objeto de innovación. Pero, por encima de todo, los pierogi continúan siendo sinónimo de comida familiar. En fechas señaladas, en eventos y festividades, los pierogi lo llenan todo. Sirven para reunir a muchos miembros de la familia, no solo para comerlos, sino para reparar cientos y cientos de estas masitas rellenas.
No quiero olvidarme de decir que los pierogi también son típicos en Chequia y Eslovaquia, donde este plato es tan común como en España lo es una buena tortilla de papas.
Pierogi de Navidad
INGREDIENTES (4 personas, unos 20 pierogi)
- 2 tazas de harina
- 1 taza de agua
- 1/2 cucharadita de sal marina fina
- 150 g de col blanca
- 150 g de champiñones
- 1 cucharada de arándanos secos
- 1 cebolla blanca mediana
- 1 cebolla morada pequeña
- sal marina gruesa
- 4 clavos de olor
- pimienta blanca molida
- perejil
- aceite de oliva virgen extra
- crema agria (si eres vegano, olvídate de ella)
ELABORACIÓN
1º) Prepara la masa. Para ello, echa la harina en un recipiente amplio, añade el agua y la sal y remueve con una cuchara de madera. Hazlo con fuerza, en círculos, sujetando el recipiente con el brazo para que no se mueva. De esta forma, en el momento que se forme una bola de masa y las paredes de la fuente queden limpias, la masa estará lista. Enharínate las manos, haz una bola con la masa, déjala en la fuente y tápala con un paño seco. Déjala reposar al menos 30 minutos.
2º) Prepara el relleno. En primer lugar, corta la col en juliana fina, lávala y escúrrela bien y dórala a fuego fuerte en 1 cucharada de aceite durante un par de minutos. Luego, baja el fuego, añade un poco de sal y pimienta blanca y deja que se poche durante unos 4-5 minutos más. Resérvala. En segundo lugar, lava y corta finamente los champiñones. Saltéalos a fuego vivo con un pizco de sal (muy poquita) durante 3-4 minutos hasta que se doren y reduzcan su volumen a menos de la mitad. Añádelos a la col. Por último, pica los arándanos en trocitos pequeños e incorpóralos a la col con los champiñones. Deja que el relleno se enfríe.
3º) Cocina el acompañamiento de los pierogi. Corta en juliana las dos cebollas y póchalas en 1 cucharada de aceite, con un poquito de sal y los 4 clavos de olor. Reserva en una cazuela muy grande y plana.
4º) Estira la masa. Enharina muy bien toda la superficie de trabajo, porque es una masa que tiene a pegarse mucho. Estira la masa con un rodillo hasta que quede fina, como una crêpe. Vuelve a enharinar la mesa. Con un cortador, corta círculos de unos 7-8 cm de diámetro.
5º) Rellena los pierogi. Coloca un círculo de masa en tu mano seca y enharinada y añade una cuharadita del relleno en un lado, sin que llegue a los bordes. Con la mano libre, dobla el círculo y aprieta los bordes para que se sellen. Coloca los dedos como si fueran pinzas y aprieta todo el borde del pieróg. Colócalo en una bandeja muy bien enharinada. Tapa los pierogi con un paño seco para que no se sequen hasta que los cocines.
6º) Cuece los pierogi. Pon una olla amplia con agua y un poco de sal gruesa al fuego. Cuando rompa a hervir, añade los pierogi en tandas de 5 o 6. Verás que se hunden en el agua. Intenta moverlos con una cuchara de madera, con mucho cuidado. Cuando empiecen a salir a la superficie, cuece 1 minuto más, escúrrelos y ponlos sobre una bandeja grande.
7º) Fríe los pierogi. Calienta una sartén a fuego medio alto, con 2-3 cucharadas de aceite. Coloca los pierogi en la sartén, sin que se toquen y sin moverlos. Deja que se frían durante 2-3 minutos por una sola cara. Se pegarán a la sartén hasta que les salga algo de costra. En ese momento y con cuidado, sácalos de la sartén y colócalos sobre la cama de cebolla con la parte tostadita hacia arriba. Haz lo mismo con todos los pierogi.
8º) Sírvelos. Puedes sacarlos a la mesa servidos en una bandeja amplia, con la cebolla mezclada y espolvoreados con perejil. Pon la crema agria en un cuenco y que cada comensal se sirva la cantidad que prefiera.
A tener en cuenta
- Es una receta muy sencilla, pero debes organizarte antes de empezar o corres el riesgo de empantanarte. No quieras hacerlo todo a la vez. Haz el día anterior el relleno y el acompañamiento de los pierogi y así, el día en cuestión, solo tendrás que hacer la masa, rellenar los pierogi, hervirlos, freírlos y comerlos.
- Los polacos se dividen en esta receta en cuanto a si añadir huevo a la masa o no. Yo he preferido hacerlas sin huevo, porque no me parecía que le hiciera falta y porque la he hecho más similar a las clásicas gyozas o dumplings, de China, Japón y Corea.
- Los pierogi de Navidad se hacen con cualquier clase de seta. Yo he recurrido a los champiñones.
- Los pierogi se forman con la mesa siempre enharinada. Si no lo haces así, corres el riesgo de que se te peguen y rompan.
- Al freír estas masas rellenas, solo debes dorar una cara. La cara doradita se suele servir girada hacia arriba y la más blanca, en contacto con la cebolla. Esto es lo que yo he apreciado después de mirar muchísimas recetas tanto en internet como en el fantástico libro “La mejor comida callejera del mundo“, de la editorial Lonely Planet. Ya he hecho algún que otro plato recurriendo a este estupendo manual de cocina de la calle (pincha AQUÍ).
- Añadir arándanos secos ha sido cosa mía. No he visto ninguna receta que los llevase en el relleno de la col, pero, cuando pienso en un relleno navideño, siempre me apetece un toque dulzón y preferí los arándanos a las pasas.
- La crema agria puede ser sustituida por crème fraîche. Es el contrapunto agrio/ácido al dulzor de la cebolla pochada y al relleno de los pierogi.
- Debo decir que me ha parecido una receta navideña muy curiosa, sobre todo al compararla con los típicos y solemnes asados de estas fechas. Para variar, creo que es una opción sencilla, pero muy válida y deliciosa. Genial para los vegetarianos y veganos.
- Tengo en mente los dos próximos rellenos: uno de cordero y chucrut y otro de batata con queso.
- Los pierogi pueden hacerse, cocerse, dejarse enfriar y congelarse.
Anímate y prepara esta receta. Junta a algunos amigos o a tu familia y disfruta.
Los adoro, tengo una receta desde hace muchos años y te puedes creer que no los he hecho todavía, pero todo lo que sean empanadillas me gustan mucho, me lo has recordado. Besos
A mí me pasaba lo mismo y ya no he querido seguir dejándolos pasar y, como son una receta muy típica de Navidad, pues… ¡Pierogi!
Besitos, Caty.
Muero!!! Niña estas q te sales
La crema agria se puede sustituir por yogurt de soja
Es que pienso mucho en ti, Carmen. jijijiji
Buena idea lo del yogurt de soja.
Muaccccccccccc
Como ya sabes me encanta la comida de otros países, especialmente la de fechas señaladas. Y estas empanadillas tienen muy buena pinta. Yo me pido la de chucrut i la de papas…jajaja Besos y feliz navidad!
Que recuerdos!!! Vine de Polonia con el firme propósito de hacer y publicar pierogi y no lo olvido, me parecieron tan maravillosos… estos de navidad con clavo y cosas ricas… me encantan.
Tiene muy buena pinta. Ese toque de los arándanos secos tiene que ser espectacular. No conocía este plato pero creo que lo probaré. Tengo que encontrar el momento.
Besos.
Muy fiel la receta :). Son muy típicos en Navidad tb con setas deshidratadas y servidos por sopa de remolacha, tb se pueden servir, sin freír así es como los hacen por la zona de mi familia al menos.
Me ha encantado 🙂
Lau, ¡qué rico descubrimiento! Desde que te los vi en Instagram no los he podido borrar de mi mente, y heme aquí, con ellos delante y con muchas ganas de hacerlos. Voy a indagar sobre ellos porque ya sabes que por este mundillo somos del “culo veo, culo quiero”, ja ja ja.
Por cierto, felices fiestas, y lo mejor: un feliz, próspero y productivo año 2018, guapa.
Besos!
¡Feliz 2018, Yolanda! ¿Has podido hacerlos? Enséñamelos cuando los hagas. Seguro que aportas algo distinto y, sobre todo, me contarás algo de lo que yo pueda sacar para mejorar los míos.
Un besote
Comí mis primeros pierogi en Rusia y desde entonces me fascina su versatilidad de rellenos! Ya me he copiado la receta porque ya sabes que soy más de setas que de besugo jejeje
Un abrazo bien fuerte para desearte unas muy felices fiestas Laura!
Besos,
Plamira
¡Feliz año 2018, Palmira! Ya sé que a ti te pasa como a mí con las setas… ¡Qué ricas! Este año, por aquí, nada. Un horror y una tristeza. No concibo un mundo sin setas.
Un abrazote