La mujaddara no es más que un plato de lentejas con arroz, cebolla frita y maravillosas especias. Si te parece una simpleza es porque no lo has probado, puesto que los matices de sabor son espectaculares y la combinación de texturas, muy acertada. Yo diría que es un plato tradicional que puede encajar con la modernidad a la perfección.
Al igual que la receta de arroz con garbanzos, cebolla y pasas, es uno de esos platos cotidianos de las mesas de Oriente Medio; de los que saben mucho más si se sirven en una gran fuente colocada en el centro de una mesa repleta de comensales. Se trata de comidas familiares, algo así como lo son los pucheros o cocidos para los españoles o los spaghetti con albóndigas para los italianos. Sabores caseros y familiares que saben a gloria.
Mujaddara
INGREDIENTES (para 2 personas):
- el volumen de un vaso de 200 ml lleno de arroz tipo basmati
- dos vasos de 200 ml de agua
- 120 g de lentejas (yo usé la variedad pardina)
- 300 ml de agua
- 1 hoja de laurel
- 1 trozo de pimiento verde
- 2 cebollas medianas
- 2 cucharadas de harina
- 200 ml de aceite de girasol
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1 cucharadita de semillas de cilantro
- 1/2 cucharadita de pimienta de Jamaica
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de azúcar panela
- sal marina gruesa
- pimienta negra al gusto
- sésamo negro
ELABORACIÓN:
1º) Guisa las lentejas en los 300 ml de agua, junto a la hoja de laurel y el trozo de pimiento verde. Con 15 minutos será suficiente para que las lentejas se hagan, pero queden enteras. Resérvalas.
2º) Pela las cebollas y córtalas en finas ruedas. Enharínalas y fríelas en el aceite de girasol. Han de quedar muy doraditas y crujientes, por lo que es mejor freírlas por tandas. Sécalas para retirar el exceso de aceite y resérvalas.
3º) Cuece el arroz durante 13 minutos con un poco de sal. Debe quedar ligeramente al dente.
4º) Calienta una cazuela amplia y añade las semillas de comino y de cilantro. Tuéstalas durante 1 minuto y añade el arroz, el aceite, la pimienta de Jamaica, la canela y el azúcar. Remueve bien para que el arroz se impregne del aceite y las especias. Añade las lentejas guisadas, la mitad de la cebolla frita, remueve con un tenedor con cuidado y corrige de sal. Espolvorea la pimienta negra a tu gusto. Deja que repose durante unos 5 minutos.
5º) Sirve en una fuente grande y añade el resto de la cebolla frita por encima, así como un poco de sésamo negro.
A tener en cuenta:
- Según he leído, hay quien cocina el arroz al final, junto con las lentejas ya cocidas y las especias. Cuando yo lo he hecho así, las lentejas se quedan demasiado blandas para mi gusto, por lo que mi método es juntar el arroz con las lentejas cuando ambos han sido ya cocinados por separado.
- En algunas recetas añaden cúrcuma, como es el caso de Ottolenghi en su libro “Jerusalén”. Yo la obvié, y eso que me gusta mucho, para destacar las diferencias de color de cada ingrediente.
- El punto más importante de este plato es, sin duda, el crujiente y dulzor de la cebolla frita. Ello, en combinación con las especias, hace que este plato sea realmente delicioso. Dudo que haya algún niño que se resista a comer lentejas de esta manera.
- La canela es imprescindible, porque es uno de los aromas más destacados de esta receta. No renuncies a ella.
- Es un plato que se come caliente o ligeramente tibio.
¡Que pinta! La pena no poder al menor olerlo, porque con estas especias tiene que ser un festival, ya el sabor ni me imagino. Me quedo con la idea, para verano o para invierno.
Besos.
Apuntada!
Pues Laura, esta receta la preparo mañana, es una receta sencilla, pero con las especias debe tener mucho sabor, me encantó.
Ya te contaré 😉
Un besote fuerte guapa
Esto es de lo que nos alimentaba la cocinera cristiana de Jerusalén a los brigadistas internacionales que viajamos a Palestina allá por el 2010. Lo comíamos yo creo que a diario, y es uno de los grandes recuerdos que me traje…
Y mi abuela,mi madre y casi todas las madres y abuelas de España en la posguerra
Lau, tu receta me ha cautivado, la vi en tu cuenta de Instagram y he venido directo a verla, y es que me ha dado por probar y experimentar sabores diferentes (será la edad?) y las recetas de Oriente Medio me tienen enamorada, así como la comida thai y de la India.
Me llevo tu receta, ya tengo almuerzo para mañana
Un besito
Delicioso Laura, mira una nueva receta aprendida, estas vacaciones voy a darle a los fogones!
Menos mal que la canela es imprescindible.
No suelo hacer comidas de este tipo, cuando las pruebo me encantan, como sé que esta me va a encantar a mi y a mi familia, además dentro de unos días viene family a.pasar una semana y este tipo de platos les encantan, me la guardo y ya te cuento, tengo de todo en casa. Esta manera de cocinar las cosas x separado y juntarlas me ha llamado mucho la.atención.
Cuánto me queda por aprender!! Cuánto me gusta!!.
Un besazo tesorete
Deliciosa con o sin cúrcuma, concuerdo contigo la canela es clave así como el comino, un plato que huele a tradición sencillo y completo, me fascinan los granos lentejas, garbanzos, frijoles, arvejas; como te dije me la recordaste y para salir del antojo tendré que hacerla pronto porque es un plato reconfortante y muy rico.
un beso
¡¡ Espectacular….deliciosa !! No conocía la receta, me encantará probarla, así que la pondré en practica. Adoro las especias, los sabores de oriente me fascinan….
Gracias.
Besitos.
Está tan rica, Antonia. A mí también me fascinan esos sabores. Me entran por la vista, el olfato y el paladar.
Besitos