Cientos de veces me han pedido que cuente cómo se preparan unas papas arrugadas ricas y «arrugadas» de verdad y yo siempre me he hecho de rogar. Bromas aparte, las papas arrugadas son una de las banderas de la gastronomía canaria, pero me gustaría que supieses que en las Islas Canarias tenemos muchos platos deliciosos, aparte de las papitas arrugadas. Navega por este blog y por muchos otros y te darás cuenta de lo que digo. No obstante, hoy te traigo esta receta tan deseada y solicitada gracias a que mi madre se ha prestado a cocinarlas para que yo pudiera tomar las fotos del paso a paso. Has de saber que no es un hábito en mí hacer los paso a paso, pero he hecho una excepción por ti, queridísimo seguidor, porque sé, además, que esta receta, aunque es muy sencilla, tiene sus pequeños trucos.

Antes de pasar a comentar la receta, me gustaría insistir en algo en lo que siempre hago hincapié. Quizás hasta soy machacona, no voy a negarlo. Cada persona, en su casa, cocina como mejor le parece. Puede ser que tú hagas las papas arrugadas de una manera distinta a la que yo contaré aquí. ¡Genial! Yo las hago así, como mi madre y nos salen para chuparse los dedos. Si tú vas a aprender a hacerlas aquí y ahora, puede que en un tiempo te atrevas a hacer algo diferente. ¡Chapeau! Ven y cuéntamelo que quizás me guste implementar tu truco.

¡Comenzamos!

Papas arrugadas

[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=» icon_top_gradient_background_color=» icon_border_color=’undefined’ title=» title_color=» title_size=»] INGREDIENTES: 

• 1 kg de papas pequeñas (papas nuevas, recién recolectadas y pequeñitas)
• agua para cubrir las papas
• 1/2 limón
• un buen puñado de sal marina gruesa

 

[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=» icon_top_gradient_background_color=» icon_border_color=’undefined’ title=» title_color=» title_size=»] ELABORACIÓN:

• Paso 1: lava muy bien las papas, quitándoles absolutamente toda la tierra que pudieran tener. Si tienes que restregar con un estropajo, hazlo. Las papas han de quedar perfectamente limpias.
• Paso 2: pon las papas en un caldero u olla, añade el limón cortado en 2-3 gajos y cubre con agua. El agua solo debe cubrir el volumen de papas. Nada más.
• Paso 3: añade el puñado de sal marina gruesa. La sal marina gruesa es imprescindible y un puñado es la cantidad que te quepa en la mano hecha un cuenco. No hace falta que la peses, ni que la calcules con cucharas medidoras.

 

 

• Paso 4: cuece las papas a fuego medio. Yo las tapo durante unos minutos para ahorrar energía.
• Paso 5: comprueba que las papas estén bien cocidas, pero enteras. Apaga el fuego.
• Paso 6: elimina el agua de cocer las papas y desecha los gajos de limón. Yo no las escurro por completo, sino que dejo 1-2 cucharadas del agua de cocerlas.

 

 

• Paso 7: mueve el caldero (cazuela, olla…) en círculos y también de delante hacia atrás, haciendo saltar las papas, como cuando salteas verduras en una sartén. Este proceso es fundamental para lograr que la sal marina gruesa seque las papas y las arrugue. Jamás de los jamases metas un tenedor o una cuchara para moverlas porque solo conseguirías romperlas. Se tiene que hacer agitando el caldero en todas las direcciones y durante unos 2-3 minutos, hasta que la poquita agua que quedó, unida a la sal, al calor y al movimiento logren el milagro de convertir unas papitas pequeñas en unas deliciosas y mantecosas papas arrugadas.
• Paso 8: observa que las papas estén completamente secas y con la piel arrugadita y blanquecina. Hay quien pone un paño seco y limpio encima durante unos minutos, pero a mí me gusta que se terminen de secar sin paño.
• Paso 9: coloca las papas en una fuente y acompáñalas siempre con un buen mojo que, bien puede ser rojo o verde.

 

 

A tener en cuenta:

 

• ¿Qué clase de papas? En Canarias empleamos las clásicas papas pequeñas nuevas de muchas variedades, incluida la variedad «papa bonita» y la «papa negra» que es una joya y cara como tal. En las Islas encuentras estas papas pequeñas en casi todas las tiendas, supermercados e incluso grandes superficies. Soy consciente de que fuera de Canarias es muy complicado encontrarlas, pero, no importa. Ve a tu tienda habitual e intenta comprar las papas más pequeñitas que encuentres. Si no son tan pequeñas como las de mis fotos, no te preocupes, pues incluso aquí, en ocasiones, arrugamos papas más grandotas. A falta de pan…

 

• Sobre la sal… Por favor, no uses sal fina yodada, ni tratada. Tenemos un país con muchísima costa y tenemos muy buena sal por casi todas las zonas geográficas españolas. Adquiere sal marina gruesa y acostúmbrate a usarla en vez de la fina. Tu salud te lo agradecerá. Además, las papas arrugadas se hacen con sal marina gruesa. Hay quien la hace con agua del mar y, oye, ¡qué bien! Yo también lo he hecho si he estado de acampada por la costa, pero en mi casa, el agua es del grifo (sí, sí, del grifo) y la sal, marina y gruesa.

 

• Hay quien me ha preguntado qué clase de olla se debería usar y mi respuesta es que eso depende de la cantidad de papas que vayas a guisar. En esta ocasión empleamos un caldero pequeño, de unos 20 cm de diámetro y unos 15 de fondo. Sin embargo, lo habitual, cuando arrugamos papas es usar calderos enormes: más altos que anchos. ¿Por qué? Porque las papas arrugadas no pueden faltar en muchas comidas familiares y asaderos (barbacoas) y, claro, se hacen en grandes cantidades. Además, se arrugan mejor cuando el caldero es más alto que ancho, pero no es imprescindible. Al menos esa es mi apreciación personal.

 

• ¿Qué mojo acompaña mejor las papas? Personalmente prefiero un buen mojo rojo de tomate y picón, pero uno verde de perejil, si las papas van a acompañar a un pescado, queda muy bien. Tengo algunos mojos en el blog, pero prometo dedicar más atención a hablar de los distintos mojos isleños. Con tiempo y un bizcocho… Por cierto, en la mayoría de las fotos que puedes observar en internet, el mojo está vertido sobre las papas. Piensa que a todo el mundo no le gusta el mojo de la misma manera o en mucha cantidad. A mí me gusta bañar las papas en mojo, pero recuerdo que mi abuela las pelaba y no tocaba el mojo y hay quien solo las disfruta con una gotita. Así pues, mejor servir el mojo aparte y que cada comensal se ponga la cantidad que quiera.

 

• ¿Y si me sobran papas…? ¿Las tiro? ¡Nunca! Yo las pelo, las corto en mitades y hago unos aliños de papas, pimientos asados, cebolla, tomate y aceitunas para morirse. Mi madre, por ejemplo, las pelaba y las freía (te chuparás los dedos).

 

¿Qué te han parecido? ¿Te atreverás a hacerlas? ¿Ya las has hecho en alguna ocasión? Si las haces con mi receta, me encantaría que me contases qué tal ha ido.