Pocas cosas me entusiasman tanto como el chocolate: observarlo mientras se funde al baño maría, deleitarme saboreando una onza de buen chocolate o ver las caras sonrientes de los invitados cuando les pongo delante un postre de este oscuro manjar. Mucha satisfacción con muy poco esfuerzo. Lo que tengo muy claro es que cualquier postre con chocolate, por sencillo que sea, puede ser una exquisitez si se emplea un chocolate de calidad y, por el contrario, el más elaborado se convierte en un bodrio si usamos un chocolate mediocre. Así pues, elijamos el chocolate a consciencia.
En casa preferimos el chocolate negro con un alto porcentaje de cacao a cualquier otro chocolate. Según el libro «Los aromas del chocolate«, de Stéphan Lagorce, los chocolates negros » contienen únicamente cacao en forma de pasta, polvo y manteca«. A éstos se les puede añadir azúcar, un emulsificante e incluso aromas y pueden llevar desde un 35% de cacao hasta un 99%. A mayor cantidad de cacao, menor porcentaje de azúcar, de ahí que el sabor sea más amargo e intenso, justo las cualidades que más valoro en un dulce de chocolate.
Probablemente se pregunten qué diferencia hay entre este postre y un brownie (al que soy muy aficionada) y, cuando lean la receta, verán que hay alguna diferencia, especialmente la cantidad de azúcar que en el brownie es bastante menor y en éste es más elevada para dotar de ese sabor de caramelo justo después del sabor del chocolate amargo. Lo que está claro es que, al igual que el brownie, es muy facilito de hacer y… ¿Qué invitado se resistiría a tremenda golosina?
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=» icon_top_gradient_background_color=» icon_border_color=’undefined’ title=» title_color=» title_size=»]INGREDIENTES (4-5 vasitos):
- 7o g de chocolate negro, sin azúcar y con un 70% de cacao
- 70 g de mantequilla sin sal (mantequilla, por favor, nada de margarinas hidrogenadas y cosas por el estilo)
- 140 g de panela (o azúcar morena, si preferimos)
- 50 g de harina de trigo
- 2 huevos medianos
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=» icon_top_gradient_background_color=» icon_border_color=’undefined’ title=» title_color=» title_size=»]ELABORACIÓN:
1º) Derretir el chocolate con la mantequilla al baño maría. Removerlo bien hasta lograr una textura sedosa y oscura. Dejarlo enfriar y reposar.
2º) Batir los huevos con el azúcar hasta blanquearlos y que dupliquen su tamaño. Incorporar la harina con cuidado, luego el extracto de vainilla y la crema de chocolate y mantequilla.
3º) Verter la crema en moldes refractarios (aptos para el horno), llenándolos hasta un 60% de su capacidad.
4º) Hornear a 180ºC unos 20 minutos o hasta que haya subido hasta prácticamente el borde del molde, asegurándonos que haya cuajado sin estar demasiado compacto.
5º) Dejar enfriar completamente y guardar en la nevera.
Consejos para disfrutar de estos vasitos mucho más:
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Están mucho mejor, fríos, al día siguiente. ¡Palabrita!
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Yo los acompañé de crème fraîche, aunque el queso batido también le aporta un buen punto de frescor, y unas deliciosas fresas.
Con lo goloso que soy y entusiasta del chocolate no me dejas más remedio que ponerme a practicar de cocinillas un día de estos 😀
Gracias por esas estupendas recetas que nos dejas, Laura.
Manolo, mi niño, la receta es facilona a tope, así que… ¡Tú puedes!
Seré buena y en alguna ocasión que nos veamos, comerás chocolate. 😉
Una pinta deliciosa la que tienen estos vasitos! que ricos!
Patricia, gracias, chiquilla. Si lo pruebas, repites seguro.
Beistos
Me encantan Lau, ¿y será que se puede cambiar la harina por harina de almendras? sería una opción gluten free para los que no pueden consumirla
Un besito,
Maru
Maru, claro que puedes sustituir y poner harina de almendras. De hecho, casi todas mis recetas de esta clase las suelo hacer con harina de almendras, porque les da ese toque a fruto seco que tanto me gusta. En esta ocasión la hice con harina de trigo porque quería notar el saborcillo de fondo acaramelado. Y se nota incluso un poco la textura entre tanto chocolate. Pero sí, la harina de almendras es una buenísima alternativa.
Muaccccccccccccc
Laura, pero que cosa más rica nos traes, al principio creí que era un mug cake. Me apunto a hacerlo, además me encanta también el chocolate negro, es más auténtico y sano.
Oye las fotos me han entusiasmado, la primera es preciosísima y las otras con el fondo azul también.
Un beso guapa
Ana, podría ser una forma de mug cake, pero, si te cuento la verdad, hice mucho relleno de una tarta de base de galletas y frutos secos y empleé todo lo que me sobró para rellenar estos vasitos. ¡Quedaron para morirse de buenos!
Me alegra que te hayan gustado las fotos. Lo cierto es que son tentadoras, ¿verdad?
Muaccccccccccccccccc
Laura, no sé yo si podré esperar al día siguiente si preparo esta maravilla… Con lo que me gusta el chocolate intenso y el caramelo. sería pura tortura jejeje
Besos y feliz semana
palmira
Pues te va a encantar, Palmira. Y la textura, ni te cuento. Puro chocolate.
Besitossssssssssss