Están a la vuelta de la esquina… Sí, sí. ¡Ya se ven aparecer! Las fiestas de Navidad vuelven, como cada año, cargaditas de buenas intenciones que, como cada año, no cumplimos. Sí, sí… Lo sé. Lo que cuenta es la intención. Yo me comprometí a hacer una decena de manualidades y sigo sin hacerlas. Pero, oye, tengo las telas, el tablero, las pinturas… Mañana, mañana lo haré. También me comprometí a preparar un post semanal y lo intento, pero las fotos de las recetas se acumulan en una carpeta en mi portátil y, a veces, hasta se me olvida qué les puse a los platos. Sí, sí… Ríanse, que a mí me dan ganas de darme algún cabezazo en la pared.
En resumidas cuentas, lo que quería confesar es que esta receta lleva un mes guardada a cal y canto en la carpeta de recetas pendientes y hasta hoy no ha visto la luz. Pobrecita, con lo deliciosa que fue. ¡Nos pusimos las botas!
Dadas las celebraciones que van a tener lugar en breve, intentaré durante las próximas semanas subir recetas que puedan servirles de inspiración para sus comidas navideñas. Tengo intención de hacer algún recopilatorio, bien en un post, bien en una newsletter, así que, si aún no se han inscrito para recibir mis boletines o newsletters, ya pueden ir haciéndolo. Prometo no martirizarles enviando cada día una; más que nada, porque no tengo tiempo. Tienen ese botoncito en la columna de la derecha.
Con este plato sólo pretendí que Marc y yo nos diésemos un homenaje. Porque nos lo merecemos y porque llevamos la friolera de 1 año sin pagar hipoteca y eso había que celebrarlo. Creo que podemos decir con la boca bien abierta que somos unos afortunados en todos los sentidos y con esta comida maravillosa sellamos un pacto de fortuna y felicidad.
Sin embargo, ya saben que es extraño que yo cocine algo sin introducirle algún ingrediente distinto a los tradicionales y en este caso no iba a ser de otra manera. Tengo varios libros de cocina asiática, no circunscrita sólo a China o Japón, y me moría de ganas de hacer un plato de marisco o pescado con leche de coco. Además, también saben que en casa somos unos chiflados de los chiles y de las especias curiosas. Pues bien, me he permitido el capricho de preparar un arroz con bogavante caldoso, sí, pero exótico también. No sé si son capaces de imaginar la textura del arroz, ese caldito cremoso que quitaba el sentío y el aroma a marisco entremezclado con aires de otros países. No se asusten y prueben a hacerlo. Ni estaba picante, ni sabía a “comida china“. Era algo distinto: un arroz tradicional con mucho sabor a bogavante, pero muy fresco. Les aseguro que volveré a repetir esta fórmula mágica marisco-leche de coco-cúrcuma-semillas de mostaza-cilantro.
Una comida para ponerse babero…
Laura, ya le había echado el ojo anteriormente a este estupendo blog tuyo, y la verdad que es fantástico, muy ameno, muy bien estructurado…ya me suscriboooooo!!! Muchossss besosssss Laura, no te felicito todavía, porque seguiré viéndote por aquí.
Mina, mi niña, eso está hecho. Nos seguiremos viendo por aquí. <br />Muchas gracias guapa!!!!! Viniendo de una artista como tú, es un gran cumplido.<br />Besitosssssssssss
¡Laura, cómo me acabas de desconsolar! ¡Tremendo plato interesante has preparado! La verdad que suena muy bien esa combinación de la leche de coco con cúrcuma, semillas de mostaza y cilantro. ¡Tremendo homenaje y merecidísimo! Y es que hoy en día, tener pagada la hipoteca es casi un milagro. <br />Besos y feliz jueves.
Pues así me gusta, dándose un homenaje por un gran motivo :o) Todavía recuerdo la entrada de cuando celebrasteis el fin de la hipoteca !!!!<br />Con estos ingredientes, qué manera más rica y exótica de revisitar un clásico.<br />Besos,<br />Palmira
buuf qué rico y que caldoso se ve!…me encanta!
Sencillamente delicioso!!!!! Besitos preciosa.
Ummmmmmmmmm todo un manjar¡¡¡¡ besos
Tiene que ser un plato exquisito Lau, pero me voy a quedar con las ganas, este año no llegaron a Suiza los Bogavantes y tanto que lo esperábamos, pero algún dia lo haré, que delicia, el color, todo.<br />Yo como ningun año deseo con ansias que llegue la navidad, pero solo porque al otro dia me voy de vacaciones!!!, la playa me espera.<br />Un abrazote!
Consulta, por si los llegan a traer, el bogavante que usas es crudo??, perdona mi ignorancia.
Bueno, pero que delicia, este es plato asegurado para cenita intima mi Lau!!<br /><br />Mil besos.
Todavía me rechupeteo los dedos, menudo festín nos pegamos, casi nos da un patatús de vernos roer las patas crujiendo entre las manos chorreando un manjar de dioses. En resumen, Nos pusimos hasta el culo de bogavante y arroz, jajajajajaja
Laura, menudo toque exótico que le has dado a este arroz con bogavante. En mi casa, aunque se come con escasa frecuencia por eso de que me impone tratar "el bicho", se toma de forma tradicional. Es realmente exquisito. Pero el toque rico del tuyo, con su leche de coco, con todas esas especias tan aromáticas se me hace muy, muy rico.<br /><br />Por cierto, que me suena eso de cocinar
Eso si que es motivo de celebracion (y de envidia por mi parte) y vaya homenaje bueno!!! Que cosa mas rica mi niña!!! <br />Te debo un correo explicandote muchas cosas… pero no doy para mas!!! Solo decirte de nuevo: GRACIAS!!<br />Un besote
Ohhh Laube!!!! Creo que njnca vi un arroz de bogavante más exótico y original. Me quedo con la receta y sobre todo con la idea se la leche de coco ;)<br /><br /> Besos. Paula
Hola, Laube, tu hermana Marisa me ha recomendado tu blog. Me parece fascinante. Tus platos, tus explicaciones, las fotografías.<br /><br />Enhorabuena por tus recetas y las presentaciones. Este plato de arroz caldoso con bogavante me parece muy apetitoso. Probaré…<br /><br />Besos<br />Ana