Que me gustan las verduras es un secreto a voces. Todas me hacen feliz. No creo que haya verdura que no me guste o, para ser más concreta y exacta, no he comido una sola verdura que no me parezca deliciosa. Seguro que hay alguna en el Planeta Tierra que no he tenido el placer de probar en mis cuarenta y cuatro años de existencia. Deseando estoy de conocerla y darle un mordisquito.
El tian es un plato muy sencillo de la gastronomía de la Provence Francaise, la región francesa con gastronomía más plenamente mediterránea: platos sabrosos y aromáticos llenos de alimentos frescos y plenos de color. Las verduras son protagonistas en esta zona del sur de Francia y, por ello, uno de sus platos estrellas es el ratatouille y, como variante, el tian provenzal. Se hacen toda clase de elucubraciones sobre las diferencias entre un plato y otro y a mí me exaspera tanta bobería. Tú quédate con el hecho de que el ratatouille, muy similar a nuestro pisto, es el nombre de la receta y, si se sirve en un tian (“tion” en el francés original, que no es más que un recipiente de barro ovalado), con las rodajitas de verduras muy bien colocaditas y, a veces, gratinadas con un poquito de queso, se convierte en un tian provençal. ¿A que así queda más clarito?
Tian provençal (un tanto especial)
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES (fuente de unos 20 cm de diámetro):
- dos berenjenas medianas
- 2 tomates grandes
- 1 batata de unos 200 g
- 2 calabacines medianos
- 3 dientes de ajo
- sal marina gruesa
- pimienta negra molida
- aceite de oliva virgen extra
- hierbas secas y frescas variadas (hierbabuena fresca, tomillo fresco y seco, romero seco, orégano seco)
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN:
1º) Pela la batata y córtala en ruedas finas (sin ser transparentes). Corta los tomates, las berenjenas y los calabacines en ruedas de 1/2 cm de grosor.
2º) Pon la berenjena en un colador, sálala ligeramente y deja que expulse un poco de agua y, con ella, su amargor.
3º) Maja en un mortero los dientes de ajo, añade 2 cucharadas de aceite y mezcla bien.
4º) Pinta la fuente con un poco de aceite. Coloca la verdura de pie, alternando el tipo de verdura y apoyando una rodaja sobre la anterior. Forma una espiral desde el exterior hacia el interior.
5º) Salpimienta a tu gusto, añade la pasta de ajo y aceite por encima de las verduras y esparce las hierbas, tanto las secas como las frescas. Reserva unas pocas hierbas.
6º) Hornea a 175ºC durante unos 30 minutos o hasta que, al pinchar las ruedas de verduras, te parezcan tiernas o a tu gusto.
6º) Saca del horno, riega con un buen chorreón de aceite y añade las hierbas frescas y secas reservadas.
El tian provençal admite cualquier verdura de temporada y yo me he atrevido con un tubérculo como es la batata, que es deliciosamente dulzona y combina muy bien con el tomate y la berenjena. Normalmente hay quien pone un poco de salsa de tomate entre las rodajas de verdura, pero yo no lo hice, ni tampoco añadí queso para gratinar, razones por las que mi tian provençal en tan especial, ligero y delicioso, tanto en caliente como en frío. He leído en algún libro que este plato admite incluso pescado o carne. Sorprendente, ¿verdad?
Hay quien prepara el tian como acompañante de un pescado o de una carne, porque no es capaz de admitir que las verduras puedan comerse solas, siendo ellas mismas protagonistas. Yo lo comí de plato único, pero está igualmente delicioso con un huevo frito. Prueba y me cuentas.
Por cierto, no hace falta buscar un típico tian, de barro y ovalado, para hacer este plato. Hoy en día, cualquiera que sea la forma que tenga la fuente y esté hecha de un material u otro, este plato no deja de ser un tian provençal.
¡Oh, que apetecible, madre mía! Ya tenía ganas de verlo. Es precioso con este colorido, entra por la vista. Seguro que estaba buenísimo con ese toque de hierbas.
Feliz semana.
Estaba delicioso. Personalmente la batata le dio el puntito diferente, pero con papa estará igualmente rico.
Gracias María.
¡Qué bonito y colorido te ha quedado este tian! Es una manera muy vistosa y rica de poner verduras en la mesa y alegrar la vista de los comensales!
Besos y feliz semana,
Palmira
Cierto, Palmira. Y a veces nos olvidamos de que cualquier comida, además de estar rica, puede parecerlo.
😉
Coincido contigo Laura en que las verduras me encantan. Este plato es tan vistoso y me gusta como lo has hecho, natural y sin complicaciones.
Besos!
Y le puedes poner la verdura que esté de temporada o alguna que te guste especialmente… No tiene más ciencia que la colocación.
🙂
Vaya TELA! Super buena pinta Laura!
jajajajajaja Gracias, Carlos.
Hola Laura, sospecho que según nos vamos haciendo mayores más nos gustan las verduras. Es una teoría poco científica pero que se repite con mucha frecuencia. Tal vez porque no le ponemos a los niños cosas como estas, recetas donde la verdura es como una fiesta. Me la guardo, gracias por compartir.
De eso estoy convencida. He visto amigos que no le dan a comer a sus hijos algo con verduras o pescado porque “es que no les va a gustar”. ¿Y qué sabes si no le va a gustar? ¡Que lo pruebe!
Yo me reconozco muy afortunada, porque crecí en una casa donde las verduras eran un manjar y donde, por suerte, mi madre cocinaba estupendamente. Para mí, desde niña, un puchero era una delicia y un filete con papas, un aburrimiento.
Los niños se acostumbran a comer lo que comen los padres. Si los padres solo comen precocinados, carne y pastas con tomate, ese es el futuro comensal que están construyendo. Ni más, ni menos.
Me alegra que te haya gustado este plato. Es tan lindo, ¿verdad? Gracias, Esther.
Pues mira, no me sabía yo lo del tian… ¡ya he aprendido algo hoy y mira que es viernes!.
Yo también soy muy de verduras… ¡salvo el apio!.
Por cierto, en un pequeño restaurante de Lleida probé una especie de ratatouille y en lugar de sal añadía directamente tapenade (con sus anchoas, claro) y se gratinaba con queso. ¡Estaba de coña!
¡Cómo que es viernes! jajajajajajajaja Vuélvete a la cama, anda.
Si solo te disgusta el apio, estás en el club de los… ¿verduleros? jijijijijij
Me has dado una idea para el próximo tian. ¡Con una magnífica tapenade! Si es que me chifla!
Gracias por pasarte, guapetón.
Jodó… ¡ves como son malísimos los martes!
jajajajajajaja Ya veo, ya! Y eso que aquí el lunes fue fiesta, pero veo que los hay más despistados que yo.
Bueno, ya hoy es miércoles. 😉
Que bueena pinta
Me lo pido