¡Menuda tarta más buena! No digo más. Bueno, sí… Ya sé que la miran y les parece eso, una tarta “guarrindonga“, un pastel superrápido al estilo de “Meals in 15 minutes” del astrochef Jamie Oliver, que ya saben que me chifla. Viendo lo desastrosa que parece, no sé si son capaces de imaginar lo sabrosa, jugosa y aromática que es cuando tienen un trozo generoso en un bonito plato entre sus manos. Y es que encima es muy fácil de hacer y admite todos los tuneos que estén dispuestos a arriesgarse y darle.
Hacía tantísimo tiempo que quería hacer un dulce de este tipo: seductor más que elegante y goloso más que perfecto. Ansiaba preparar un pastel cuyos ingredientes resbalasen por su superficie y se desparramasen sobre un precioso pie de tarta. Igual les parece una soberana estupidez, pero ya saben cuán poderosas pueden llegar a ser las estupideces que deseamos a veces y yo tenía ese deseo clavado en el alma como una espinita infectada y empezaba a doler…
Aprovechando como excusa que había sido el cumpleaños de Marc un par de semanas antes y no habíamos podido celebrarlo y que yo me había concedido unos ratos de descanso después de los últimos meses en que había trabajado a piñón fijo, me dispuse a preparar una comida informal con algunos amigos que no habían salido de viaje o que ya habían regresado. Tenía claro que quería que la estrella fuera una tarta al estilo Jamie Oliver. ¡Lo tenía meridianamente claro!
Mi mesa con algunas de las cosillas que pudimos degustar en la comida que preparé y a la que vinieron algunos amigos.
Unos días antes, mi querido Carlos Dube, de Mercado Calabajío, me había recordado una golosina que ya había hecho yo años antes para una tarta de cumpleaños, pero que había olvidado por completo: caramelo salado. ¡Es una maravilla dulce! Es fácil de hacer, pero, si quieren que quede bien, han de disponer de tiempo para estar solo pendiente del caramelo y tener mucho cuidado porque pueden hacerse mucho daño si el caramelo les cae encima al burbujear. O sea, que ya ven que es una receta fácil, pero en la que hay que estar concentrados para que salga bien. No tengan miedo y fabríquense su propio caramelo salado. Se convertirán en las estrellas del dulce en cualquier celebración familiar o de amigos. ¡Palabrita!
Tarta de chocolate, nata y merengue seco con ciruelas negras y caramelo salado
[icons size=’fa-lg’ custom_size=” icon=’fa-paperclip’ type=’normal’ position=” border=’no’ border_color=” icon_color=” background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] ¿Qué necesitamos para hacer esta tarta “guarrindonga”?
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES:
- Bizcocho de chocolate hecho el día anterior (*)
- 300 ml de caramelo salado hecho el día anterior (**)
- 600 ml de nata muy fría
- 75 g de azúcar glass
- 100 g de merengue seco (en mi tierra les llamamos “suspiros” y los mejores, sin duda, los “suspiros de Moya”
- 4 ciruelas negras, con su piel, deshuesadas y cortadas en sextos
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN:
1º) Montar la nata. Cuando esté cremosa, añadir el azúcar glass y terminar de montar al punto.
2º) Separar una mitad de la nata y añadirle 2 cucharadas colmadas de caramelo salado, sin remover demasiado, dejando que quede una especie de cordoncillo de caramelo en la crema. Reservar.
3º) Cortar el bizcocho en dos mitades, untar con 2 cucharadas de caramelo salado y, encima, con la nata con el cordoncillo de caramelo. Tapar con la otra parte del bizcocho, apretando ligeramente para que el relleno se distribuya hasta los bordes e incluso se salga un poquito.
4º) Cubrir la parte superior del bizcocho con el resto de la nata. Hacer un hueco en el centro de la nata y colocar los trozos de ciruelas encima con cuidado, unos con la piel hacia arriba y otros con la piel hacia abajo, para lograr contraste de color.
5º) Refrigerar hasta la hora de servir, momento en el que añadiremos el merengue seco troceado por todo nuestro pastel y le añadiremos hilillos de caramelo salado por encima.
[icons size=’fa-lg’ custom_size=” icon=’fa-paperclip’ type=’normal’ position=” border=’no’ border_color=” icon_color=” background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] (*) Caramelo salado
Pueden seguir la receta que indiqué en el post anterior a este.
[icons size=’fa-lg’ custom_size=” icon=’fa-paperclip’ type=’normal’ position=” border=’no’ border_color=” icon_color=” background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] (**) Bizcocho de chocolate
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES:
- 5 huevos grandes
- 150 g de azúcar
- un pizco de sal
- 150 g de harina de trigo
- 2 cucharadas colmadas de cacao en polvo sin azúcar (yo uso uno ecológico excelente, pero vale cualquier buen cacao en polvo)
- No busquen la levadura química, porque no lleva.
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN:
1º) Batir los huevos con el pizco de sal y, al minuto, añadir el azúcar y seguir batiendo con mucha fuerza hasta que blanqueen completamente y se forme una mezcla con mucho volumen y muy cremosa.
2º) Añadir la harina y el cacao tamizados de dos veces, mezclando con movimientos envolventes para que no se baje la mezcla.
3º) Verter en un molde desmoldable de 22-24 cm de diámetro, bien engrasado y enharinado.
4º) Hornear sin el ventilador a 180ºC unos 35 o 40 minutos o hasta que, al introducir un palillo, este salga completamente limpio.
5º) Dejar enfriar un poco, desmoldar con cuidado y dejar reposar de un día para otro, que es como mejor se cortan y se manipulan para los rellenos.
¿Están viendo este delicioso pedazo de pastel? Vale, no es perfecto en su forma, ni es precioso, ni discreto, ni elegante… ¡Es lujurioso! ¡Un pecado de los que el alma necesita!
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-eye’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=” background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] A tener en cuenta:
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El bizcocho no lleva levadura. Es un bizcocho para tartas y estos no suelen llevar levadura química, pues la mezcla con huevos bien batidos es suficiente para lograr un bizcocho aireado, tierno y esponjoso. Fue una de las cosas más importantes que aprendí en el curso de repostería de la Escuela de Hostelería de Las Palmas.
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Hacer el bizcocho el día anterior mejora su textura y facilita cortarlo y manipularlo a la hora de rellenarlo.
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Yo hice el caramelo salado el día anterior, así me aseguré de que estaba totalmente frío para untar el bizcocho y, sobre todo, me ayudó a montar la tarta más rápidamente. Repito que han de ser muy cuidadosos y precavidos mientras realizan el caramelo salado, porque un despiste puede significar una quemadura de caramelo líquido y eso duele lo que no está escrito.
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Puede parecerte que la tarta es superdulce, pero nada más lejos de la realidad. Piensa que el bizcocho no lleva demasiada azúcar y el cacao en polvo es bastante amargo. La nata lleva poquísima azúcar, porque debe destacar ese cordoncillo de caramelo. El caramelo destaca por ese delicioso toque salado, por lo que el dulce del azúcar está muy matizado. Las ciruelas negras son dulces, sí, pero tan frescas y jugosas que nos hacen disfrutar muchísimo. Lo más dulce es el merengue seco, pero como la textura es tan crujiente y agradable, se lo perdonamos.
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No soy muy amiga de las tartas con frutas frescas, pero les puedo asegurar que esta es una excepción. Las ciruelas son, junto con el caramelo salado, la personalidad de este maravilloso dulce y le aportan una frescura realmente delicada y apetecible.
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Este pastel está el doble de bueno al día siguiente. Si logran que les quede un trozo para el día siguiente, ya me darán la razón. Eso sí, los trozos de merengue seco se habrán ablandado, así que sería bueno que añadieras, si te quedan, unos cachitos nuevos para que no falte la textura crujiente.
Insuperable y maravillosa!
¡Riquísima, Minnie! Una guarrindongada deliciosa.
Que ganas tenia ya de ver esta tarta guarrindonga como tu la llamas, jeje….es impresionante y es que solo de leer todo lo que lleva (especialmente el caramelo salado que tambien le tengo echado el ojo) se me hace la boca agua!!!!
Definitivamente la llevo a mis pendientes para hacerla pronto que tengo una cena y así seguro que les sorprendo 😉
Las fotos una preciosidad, me rechiflan!
Besos preciosa
Bea, hazla. Pon la fruta que quieras, pero ponla, porque es lo que da muchísima jugosidad a esta tarta. Y seguro que a ti te queda como una joya…
😉
Menudo vicio y menuda delicia de tarta guarrindonga.
Al no tener que llevarla en caja o transportin a ningún lado pudiste hacerla de lo mas jugoso y cargado.
Todavía me rechupeteo los dedos.
¡La repetiremos!
Por los clavos de… Vaya pinta que tiene la bandida. Gracias, ñammmm
Sonsi, ya has visto que es fácil, muy fácil. Basta tener el bizcocho ya preparado del día anterior, así como el caramelo salado. Luego montas la nata, colocas la fruta, churreteas con el caramelo… ¡Supertarta!
Madre mía, menuda tarta!! a mi me encantan estas tartas guarrindongas en las que las salsas se desparraman por los laterales y babeas nada más verla. Da ganas de poner el dedo en el expositor de tartas y empezar a rebañar, jeje.
Bicos
Tú me has entendido, Raquel. Lo del dedo en el expositor es muy gráfico. 😉
Besitosssssss
Más guarrindonga imposible, no es exactamente de mi gusto pero conozco más de uno que mataría por ella. Mientras tanto me voy a por el caramelo salado, jejejej !! Besos.
Anímate tocaya. Es deliciosa, un pecado de esos que te hacen reírte por lo bajini mientras le da bocados. jejejejeje
Ufff, me da un infarto! a mí que sí que me gustan las tartas de frutas, qué reeeebuenaaaaaaa!!!!
Pues a hacerla!
Yo tampoco suelo hacer tartas de frutas pero esta tarta la haré muyyy pronto, te ha quedado rechula, me encanta todo lo que lleva, nuestros queridos suspiros, la nata, el caramelo, toooodo!!!!
No quiero ni pensar más en ella hasta la vuelta, jajaaaa!!
Besotesss
Es que cada ingrediente por separado es riquísimo, pero todos juntos… Mmmmmmmm
Que quieres que te diga, esto ha sido una tortura para de mis sentidos!!! se queda en mis archivos pendientes de hacer cuando acabe la dieta 🙂
jajajajajajaja No te tortures y hazla. Yo estoy segura de que tus hijos se relamerán de gusto. 😉
Ohhhhhhh me encantaaaa. Y está preciosa,. Por la descripción que hiciste cuando hablamos de ella está tarde me la imaginaba con todo revuelto y sin forma, pero no, está lindísimo.
Es una tarta que tiene su intríngulis, pero yo soy un poco amante de las asincronías, asimetrías, etc. Además, aunque no soy golosa, reconozco que salivo cuando veo esta clase de pasteles. ¡Me pierden! Quizás más por los ojos…
Esta tarta tiene muchas posibilidades, de todo tipo, así que anímate y ya tienes una nueva idea para alguno de tus lindos y ricos pastelitos.
Besitosssssssss