Diciembre fue extraordinario en lo que a castañas se refiere. Hacía años que no recolectaba algo más que un puñadito de castañas y fue genial hacerme con cuatro kilogramos de estos hermosos y dulces frutos otoñales.
En principio, quise hacer un bizcocho de castañas que había visto en el blog de Con a sabor a canela, pero, al final, ya sabes cómo soy y lo mucho que me gusta tunearlo todo. Me apetecía algo más denso, no tanto un bizcocho. Además, como me chiflan los cítricos, quería deslizar un sabor a naranja en este dulce y como tenemos los naranjos atestados de fruta… ¡Castañas y naranjas! ¡Qué delicia!
Es mejor optar por los alimentos de temporada, los más sabrosos y saludables.

En alguna ocasión anterior guisé las castañas para añadirlas a la masa del bizcocho, pero se me ocurrió que asarlas daría a mi pastel una textura más real de fruto seco, así como un aroma y un sabor más intensos. Acerté.
Como habrás podido apreciar en las fotos, esta tarta es casi una torta o tortada, un bizcocho más bien plano. Que no te engañe su aspecto denso, porque es mantecoso. Comer un trozo invita a cortar otro pedacito. Te lo aviso.

Tarta de castañas y naranja
INGREDIENTES (6-8 raciones, molde de 25 cm de diámetro)
- 6 huevos grandes a temperatura ambiente
- 450 g de castañas asadas y peladas
- 100 g de azúcar panela
- 100 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 120 ml de zumo de naranjas
- 75 g de harina de trigo integral
- un pizco de sal marina
- 1/2 de cucharadita de nuez moscada
- 1 cucharadita de canela en polvo
- un pizco de pimienta de Jamaica rallada
- azúcar glass

ELABORACIÓN
1º) Corta las castañas asadas y aún calentitas con un cuchillo. Pícalas mucho, pero deja algunos trocitos que se puedan apreciar en la tarta. Reserva.
2º) Bate la mantequilla con el azúcar y añade el zumo de naranja poquito a poco, para que quede más cremosa. Reserva.
3º) Bate los huevos con un poco de sal y móntalos hasta blanquearlos.
Incorpora la harina, la sal, la canela, la nuez moscada y la pimienta de Jamaica, previamente tamizadas y mezcla con movimientos envolventes.
4º) Añade la mezcla de mantequilla a los huevos y mezcla con una espátula hasta que estén incorporados. Hazlo con cuidado, con movimientos envolventes.
5º) Agrega las castañas picaditas a la masa anterior, mezcla con delicadeza con la espátula, con pocos movimientos pero muy amplios.
6º) Vierte la masa en el molde engrasado y un poco enharinado y lleva al horno precalentado a 180ºC. Cuece durante unos 60-65 minutos, sin aire, calor arriba y abajo.
7º) Comprueba que está cocida con un palillo de madera en el centro de la tarta antes de sacarla del horno.
8º) Deja que se enfríe antes de desmoldar.
9º) Espolvorea con azúcar glass en el momento de servir.

A tener en cuenta
- Hace tiempo me enamoré de la forma de hacer tartas, bizcochos y pasteles de los americanos en general y de los británicos en particular. Ya no me complico la vida y me gusta hacer como ellos, separando ingredientes secos y húmedos. Nada más. Sin embargo, en esta tarta, he hecho una excepción, debido a que las castañas son pesadas y creí más oportuno seguir un proceso de elaboración que tuviera en cuenta esa circunstancia. Pero, la próxima vez, haré la tarta como hago la mayoría de mis dulces y veré el resultado.
- Si pefieres que el sabor de la tarta sea mucho más suave, guisa las castañas, no las ases.
- No suprimas la nuez moscada salvo que seas alérgico. Exalta el sabor de las castañas, al igual que la pimienta de Jamaica.
- El sabor de la canela es muy testimonial, pero se aprecia ligeramente en el aroma, combinándose muy bien con la naranja.
- La tarta no es muy dulce, por eso el toque del azúcar glass al final, le viene muy bien.

Claro que me apetece!!! Se ve muy rica y rústica!!! Me encanta! Besitos guapa!
Rústica a tope, como a mí me gustan.
Un beso, Patricia.
Creo que con un cachito no tendría suficiente! Ya sabes que en casa somos de dulces poco dulces (los dulces se los reservamos a los invitados o a los niños) y esta tarta tiene todos los papeles para triunfar!
Las castañas asadas quedan mucho mejor en los dulces además que no le dan la misma densidad a las masas que las hervidas por muy escurridas que estén.
Me la guardo a pendientes porque este año ha sido un año peor para las castañas que para las setas que no es poco ;-(
Tenemos gustos similares, Palmira. A mí tampoco me apasionan los sabores muy dulces, por eso siempre me inclino hacia postres muy concretos.
Cuando tengas castañas, no dejes de hacerla. Es realmente deliciosa.
Un besito y gracias por pasarte a comentar.
Ahora recuerdo que una vez hice una torta parecida a esta.Llevaba las castañas guisadas y cacao…ya puedes imaginar.¡¡Esta opción tuya con especias debe ser la bomba!!
Todo con especias mejora. Ya sabes que yo las necesito y creo que todo sabe siempre mejor con ellas.
Besitos
Se ve genial! Y quiero creer que la primera porción ha sido para el gran Marc.
Fue para mi padre, David. 🙂
Un besito
Ay Laura, conforme he ido leyendo la entrada me he ido imaginando el sabor, tengo ese defecto, me voy imaginado poco a poco, ingrediente a ingrediente, su sabor.
La castaña asada sin duda es mejor elección que cocida, ya que eliminas el agua y te queda un sabor total.
Me encanta, a ver si encuentro castañas buenas.
Un besazo enorme.
Pienso igual, Mercedes. Las castañas asadas son mucho más apropiadas para esta receta y no solo porque eliminan la humedad y dan textura, sino porque intensifican el sabor de la tarta.
Yo también suelo imaginar los sabores… Yo creo que no es un defecto, sino un don.
Un besito y gracias por pasarte.