El verano es una época extraña en cuanto a la cocina se refiere. Normalmente me apasiona estar entre cacharros y fogones, pero llega el calor y mi cuerpo se resiste a pasar mucho tiempo en el santuario de la comida. No, cocinar no es una prioridad en esta estación del año y mi alma se consume deseando ensaladas, frescas, crujientes y coloridas. Pero como no todo puede ser ensalada, me conformo con cualquier preparación que lleve tomate y aguacate. ¡Y pasta! ¡Esa socorrida y permisiva pasta!
Cuando cocino pasta, me gusta que esté un poco durita antes de escurrirla y añadirla a la salsa que tenga preparada junto con medio cucharón del agua de cocer la pasta (truco de Jamie Oliver y que realmente funciona). En este caso era una salsa hecha con cebolla, pimiento rojo y tomates muy maduros. Al añadir la pasta a la salsa, la remuevo y dejo tapada un par de minutos, lo justo para que los spaghetti absorban la salsa y queden al dente. Quedan jugosos pero muy sequitos, cosa que me gusta mucho al comer pasta larga, porque no te salpicas y, de verdad, quedan muchísimo más sabrosos. Luego, si además le añades una salsa extra, como esta crema de aguacate, alcaparras, chile rojo fresco y sal negra, resulta perfecta. Es un plato muy sabroso, fresco y cremoso al tiempo. ¡Y tan lindo!
Spaghetti con dos salsas
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”]INGREDIENTES (para 2 personas):
- 250 g de spaghetti (pasta seca de sémola, sin huevo)
- sal marina gruesa
- agua
- para la salsa de tomate casera rápida: 3 tomates medianos, 1 cebolla mediana, 1 trozo de pimiento rojo, sal marina gruesa, 1 cucharadita pequeña de azúcar morena, pimienta negra, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- para la salsa cremosa de aguacate: 1 aguacate maduro, el jugo de 1 lima, 1 cucharada rasa de alcaparras, 1/3 de chile rojo fresco, sal negra en escamas
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”]ELABORACIÓN:
1º) Preparar la salsa de tomate rápida: cortar la cebolla y el pimiento en trozos groseros y sofreírlos en el aceite. Mientras, pelar los tomates y cortarlos en trozos, añadirlos a la fritura junto con un poco de sal, la pimienta y el azúcar. Dejar cocinar durante 20 minutos a fuego suave. Reservar.
2º) Hacer la crema de aguacate: triturar con un tenedor la pulpa del aguacate con el jugo de la lima y la sal en escamas. Mezclar las alcaparras y el chile en finas rodajitas y reservar.
3º) Cocer la pasta en abundante agua con sal. Cuando le falten un par de minutos para estar al dente (según el grosor), escurrirla y verterla sobre la salsa de tomate. Añadir un poco de agua de la cocción. Mezclar todo bien, tapar y dejar reposar 2-3 minutos.
4º) Servir los spaghetti con una cucharada colmada de la crema de aguacate. ¡A comer!
Es una comida sana. Es fácil. Es una delicia. ¿Qué más se le puede pedir a un plato?
Doy fe de que el truco del agua funciona, es cierto y si me pones una salsa con aguacate + lima + chile me has conquistado
¿Te has fijado como cambia la textura de la pasta y lo bien que se conjugan las salsas con ese simple añadido de agua de la cocción? Es una tontería que funciona genial.
A mí también me gusta esa combinación y creo que para casi todo. 😉
Yo también me apunto a la salsa de aguacates y de hecho mejor dos salsas que una, no !! Besos.
Laura, esas dos salsitas van mejor que anillo al dedo. 😉