Subo pocas recetas de pescado al blog cuando lo cierto es que en casa lo comemos con asiduidad. De hecho, a mi familia le encanta el pescado y a mí me chifla. ¿Por qué no subo más recetas entonces? Porque la realidad mundana es que no lo adorno demasiado. Me gusta el pescado entero, con cabeza, cola y espinas y hecho simplemente a la plancha con ajo y perejil o con un buen mojo de cilantro. Me gusta comer pescado viendo y sabiendo lo que como y, para ello, necesito ver el pescado entero en la pescadería. Así no me dan gato por liebre, que es lo que justamente hacen en muchas pescaderías.
Voy a hacer un esfuerzo e intentar subir más recetas con pescado. A ver si no me olvido cuando lo tengo delante y listo para cocinar, que es el momento en que decido si lo que haré irá al blog o no. ¿Te parece bien? ¿Te interesan estas recetas o eres de los que arruga la nariz en cuanto escucha la palabra “pescado”? ¿Qué te parecen estas preciosas sardinas pescadas la madrugada anterior en la costa norte de Gran Canaria, en concreto en Agaete? Yo disfruté comiéndolas y dejando solo la raspa y la cabeza, pero también me lo pasé muy bien con la sesión de fotos que les hice. ¡No me digas que no son lindas!
La sardina es un pescado azul de agua salada que habita formando inmensos cardúmenes en el Mar Mediterráneo y en el Océano Atlántico. Se dice que toma su nombre de la isla italiana de Cerdeña (Sardegna o Sardinnia), donde parece que abundaban estos pececillos plateados. La sardina es un pescado con muchísimas propiedades alimenticias, especialmente debido a la gran cantidad de omega-3 que contiene y que favorece la elevación del colesterol bueno. Igualmente tiene muchas proteínas y vitaminas estupendas como la A, D, E y B (B12, niacina, etc.), aparte de los minerales (fósforo, magnesio, potasio, zinc, hierro, yodo…). Si comiésemos las espinas, además, tendríamos un estupendo aporte de calcio.
¿Sueles comer sardinas? ¿Algún otro pescado azul como la caballa, jurel, salmonete, anchoa, atún, pez espada, salmón, lamprea, arenque…? ¿De dónde obtienes tus suministros diarios de omega-3? ¿Tomas semillas de linaza o cáñamo? Recuerda que estos ácidos grasos son fundamentales para el sistema cardiovascular y para el funcionamiento correcto del cerebro.
Sardinas asadas
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=’#82791c’ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] INGREDIENTES (para 2 personas y como plato único):
- 1 kg de sardinas pequeñas muy frescas (unas 25-30 sardinas), enteras y limpias
- 1 limón grande
- 5 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- sal marina gruesa
- 4-5 ramitas de cilantro fresco
- 1 chile rojo fresco
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=’#82791c’ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] ELABORACIÓN:
1º) Asegúrate de que las sardinas están limpias de sus tripas.
2º) Colócalas extendidas en una bandeja de horno y añádeles sal. Riégalas con abundante aceite de oliva y el jugo de medio limón. Añade los ajos chafados, 2-3 ramas de cilantro por encima y el chile rojo cortado en aritos. Corta el otro medio limón en rodajas y distribúyelas entre las sardinas.
3º) Hornea a 180ºC durante 13-15 minutos con la función ventilador.
4º) Saca la bandeja del horno y sirve las sardinas en un plato o fuente, amontonándolas para que no se enfríen. Esparce las hojitas de cilantro que quedaban y sírvelas junto con las rodajitas de limón.
A tener en cuenta:
- Las sardinitas deben estar muy frescas para que al hornearse mantengan una carne blanca, suave y delicada.
- Hay quien las reboza en harina aún haciéndolas al horno. Yo prefiero que mantengan intacta su textura y no tengan harinas que distorsionen su sabor.
- El limón, el ajo, el cilantro y el chile rojo solo perfuman ligeramente su carne.
- Al hacerlas al horno y con estos ingredientes, tu casa no olerá a pescado. Es una forma maravillosa de comer pescado sin que tu casa termine oliendo a sardinas durante tres días. Es una de las razones por las que no suelo freírlas. Otras razones serían el tiempo que ahorras al hornear en comparación a las varias tandas de sardinas en caso de freír y, muy importante, evitar limpiar tanto. ¡No, gracias! Mejor al horno.
- Cuando como sardinas o pescadito pequeño, me gusta hacer una buena ensalada de tomate con cebolla o rabanillos y acompañar el delicioso condumio con una cerveza fuerte y muy fría.
¡Que buenas! A mi el pescado me encanta, pero tiendo a prepararlo de manera muy sencilla. Y también lo hago más para cenar que para el mediodía, por eso no publico muchas recetas con pescados, en relación a las que preparo. Me encantará ir viendo las que nos vas preparando.
Besos..
¡Pues ya somos dos, María! El pescadito es muy saludable, digestivo y fácil de preparar. Quizás por eso no lo adornamos tanto.
Iré subiendo más recetas de pescadito. ¡Gracias, María!
Si Laura las sardinas están bonitas que da pena comerlas…o quizás no…jajaja!!!!!yo suelo comer también pescados enteros y de tamaño mediano o pequeño. Me encanta hacerlo a la sal o a la espalda. Si lo preparo con verduras, suelo hacerle una “camita” con mucha cebolla y ajo y acompañar de unas papitas arrugadas…mmmmm!!!!! Esta versión de sardinas al horno me la apunto. disfruta de esta semana corta!
Yo también hago mucho pescadito al horno con cebolla y pimiento. Poco más le hace falta, ¿verdad?
Besitos, Iván.
No las he probado pero en cuanto vea sardinitas chicas fresquitas me compro una kilo, porque me chiflan, pero odio el olor en la casa, así que llevo años sin comerlas. Ya se que puede parecer un poco ridículo, pero es que de verdad que el olor por toda la casa se me hace insoportable. ¿No se quedan secas con el turbo del horno? Gracias por la idea Laura.
Pues cualquier pescado azul cocinado de esta manera no generará olores desagradables en tu cocina. Es una de las razones por las que suelo hacerlo así el 99% de las veces. Ya me dirás cuando las hagas.
En cuanto a la función ventilador… No sé cómo es tu horno. El ventilador del mío no seca nada, simplemente reparte mejor el calor. En cualquier caso, por eso el tiempo es poquito, la temperatura no es muy alta y lleva el aceite y el limón. Quedaron jugositas y deliciosas.
Cuéntame si las preparas así, ¿vale? Muaccccccccccccc
Qué buena idea Laura! Me encantan las sardinas y muchas veces el olor me hace no decantarme por ellas.
Vaya aspecto las que compraste! y si me interesan recetas de pescado 🙂
Muak
Así te aseguro que no huele la casa. Yo me pongo de los nervios con los olores a pescado (y a otras cosas), porque duran mucho. Al horno, con el limoncito aseguras que tu casa no huela a pescado todo el día. Olerá simplemente a comida al horno. Ya verás.
Pues iré compartiendo más recetas de pescado, Ana. Tengo que ponerme las pilas porque es de los alimentos que más me gustan y que menos adorno o subo al blog.
¡Gracias, reina! Besitosssssssssssss
a mi me encantan las sardinas y estas tuyas se ven estupendas¡¡.
besos crisylaura
¡Gracias, chicas! ¡A comer sardinas y pescadito azul!
Un besote