Mientras las ciudades y pueblos se muestran navideños en todo su esplendor, llenándose de adornos y luces como si fuera una competición, los hornos de las casas empiezan a rugir, pidiendo más leña al fuego. En breve, cuando se pase la furia de las compras de Navidad y Reyes, no se hablará de otra cosa que del roscón de reyes. Quédate si te animas a hacer tu propio roscón de reyes con tus manos. Te sabrá mucho más y lo harás a tu gusto.
El roscón de reyes, un dulce tradicional que no pasa de moda
No sé si tienes la misma sensación que yo, pero creo que se está menospreciando al roscón de reyes en favor del panettone. Este año más que en anteriores, tengo la impresión de que se le da más cancha al panettone italiano que a nuestro roscón de toda la vida. Es esa manía de que todo lo de fuera es más chic que lo de aquí.
Me gusta el panettone y me gusta el roscón. Pueden gustarnos los dos e incluso puede que queramos hacer los dos. ¡Eso es genial! ¡Adelante! Pero que nos quede claro que nuestro roscón de reyes no está ningún escalón por debajo del panettone. Quizás, en esto, tengan su parte de responsabilidad muchos comercios, panaderías y pastelerías por habernos vendido pésimos roscones. “Pésimos” es quedarme corta en muchos casos. Por suerte, empieza a verse luz al final del túnel.
En estos últimos años, han aparecido panaderías y pastelerías que demuestran que se pueden hacer roscones deliciosos. Evidentemente, no van a costar 10€, porque un roscón de reyes bien hecho lleva su tiempo y los ingredientes de calidad cuestan más que los malos. Por favor, valoremos la calidad de un producto, como este dulce tradicional español, en la medida de nuestras posibilidades y bolsillos. Desde mi punto de vista, es preferible comer menos cantidad de roscón, pero darse el gusto con uno bueno. En última instancia y si nos va la marcha del horno, siempre podemos hacer nuestro propio roscón.
No sé si tienes la misma sensación que yo, pero creo que se está menospreciando al roscón de reyes en favor del panettone. Este año más que en anteriores, tengo la impresión de que se le da más cancha al panettone italiano que a nuestro roscón de toda la vida. Es esa manía de que todo lo de fuera es más chic que lo de aquí.
Me gusta el panettone y me gusta el roscón. Pueden gustarnos los dos e incluso puede que queramos hacer los dos. ¡Eso es genial! ¡Adelante! Pero que nos quede claro que nuestro roscón de reyes no está ningún escalón por debajo del panettone. Quizás, en esto, tengan su parte de responsabilidad muchos comercios, panaderías y pastelerías por habernos vendido pésimos roscones. “Pésimos” es quedarme corta en muchos casos. Por suerte, empieza a verse luz al final del túnel.
En estos últimos años, han aparecido panaderías y pastelerías que demuestran que se pueden hacer roscones deliciosos. Evidentemente, no van a costar 10€, porque un roscón de reyes bien hecho lleva su tiempo y los ingredientes de calidad cuestan más que los malos. Por favor, valoremos la calidad de un producto, como este dulce tradicional español, en la medida de nuestras posibilidades y bolsillos. Desde mi punto de vista, es preferible comer menos cantidad de roscón, pero darse el gusto con uno bueno. En última instancia y si nos va la marcha del horno, siempre podemos hacer nuestro propio roscón.
Por favor, valoremos la calidad de un producto, como este dulce tradicional español, en la medida de nuestras posibilidades y bolsillos.
Roscón de reyes casero al gusto de cada casa
Desde hace más de veinte años, en mi familia disfrutamos de un roscón casero. Solo el año en que me rompí la mano, lo encargué en una pastelería de mi pueblo. Estaba bueno, pero no como el que hago yo y personalizo según las preferencias de mi familia.
Con los años he ido mejorando la receta y adaptándola a nuestros gustos. En este sentido, en casa preferimos un roscón donde se prioriza la masa y que no lleva relleno, pues nos gusta mojarlo en chocolate caliente. Nos molan los roscones grandotes, los formados por bollos individuales, de corteza doradita que puede llevar chocolate, trozos de naranja confitada y/o frutos secos. Los roscones tienen que ser muy aromáticos y con el dulzor justo. Ni más, ni menos.
¿Te animas a hacer tu propio roscón?
Hacer un roscón no es una hazaña. No es tan difícil como parece, aunque, evidentemente, es algo laborioso si quieres hacerlo bien para que esté muy rico y pueda estar tierno durante un par de días. Si no tienes paciencia para cocinar siquiera cosas sencillas, mejor ve a una buena panadería y compra un buen roscón. Pero, si eres de las personas a las que les gustan los retos y las masas, ¡atrévete con el roscón de reyes! Una vez controles el proceso de la masa, podrás hacer roscones ricos y variados, a tu gusto.
¡Empezamos!

Roscón de reyes
INGREDIENTES (9 o 12 porciones)
- 150 g de harina panadera (en años anteriores usé harina de fuerza).
- 100 ml de leche tibia.
- 7 g de levadura seca (ó 21 g de levadura fresca).
- 500 de harina panadera (en años anteriores usé harina de fuerza).
- 100 ml de leche tibia.
- 100 g de mantequilla sin sal ablandada.
- 2 huevos a temperatura ambiente.
- 100 g de azúcar.
- 2 cucharadas de melaza de caña.
- 2 cucharadas de agua de azahar.
- 1 cucharadita de esencia de limón.
- 2 cucharadas de ron oscuro.
- ralladura de la piel de una naranja grande.
- cubitos de almendra.
- trocitos de chocolate.
- 1 huevo batido para pintar.
- azúcar húmeda (3 cucharadas de azúcar mezclada con 1/2 cucharada de zumo de naranja).
- sorpresita al gusto de cada persona (figurita, haba, papelito con mensaje envuelto en papel de platina, etc.)

ELABORACIÓN
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El día anterior…
1º) Hacer la masa madre. Diluye la levadura en la leche tibia, mézclala con la harina y amasa bien. Se queda una masa bastante húmeda y pegajosa, pero es normal. Con las manos impregnadas en un poco de aceite, dale forma de bola y déjala en un recipiente grande, tapada con un paño y en un lugar tibio, sin corrientes de aire. ¡Esto es importante! En unas 3-4 horas habrá triplicado su tamaño y estará llena de burbujitas (eso es bueno…). Es el momento de ir preparando el resto de la masa.
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Día de comer el roscón
4º) Dar forma al roscón. Sacar el roscón de la nevera tempranito (al menos, 4 horas antes de hornear). El roscón estará frío y hay que dejar que pierda ese frío. A continuación, pasadas 1 o 2 horas, si el roscón ya está a temperatura ambiente, sacaremos la bola de masa del recipiente y la colocaremos sobre una superficie algo engrasada (un poquito de aceite de girasol estendido). La trabajaremos delicadamente para desgasificarla un poco, la aplastaremos con delicadez y cortaremos los trozos que formarán los bollos, que pueden ser más o menos grandes. Haz bolitas con las manos, remetiendo la masa siempre hacia abajo para darle tensión. Distribúyelas en un molde desmoldable redondo (o cuadrado) de unos 30 cm de diámetro. No olvides esconder la sorpresita dentro de uno de los bollitos. Cubre con film plástico algo aceitado.
Ten en cuenta…
- Puedes hacer el roscón sin hacer una masa madre. Te saltas el paso de hacerla y añades la levadura directamente a toda la mezcla. Pierdes textura, pierdes sabor y te dura menos tiempo tierno.
- Puedes hacer el roscón sin meter la masa en la nevera. Simplemente dejas levar la masa madre y, cuando transcurran 3-4 horas, la mezclas con el resto de la masa. Dejas levar entre 2 y 3 horas en un recipiente grande, das forma, etc. Se pierde sabor y textura, pero también vale.
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