La ropa vieja debe ser uno de esos platos que todas las regiones geográficas se atribuyen como propia, pero, la realidad es que se hace en la mayoría de lugares de una manera más o menos parecida. En mi tierra, las Islas Canarias y, en concreto, Gran Canaria, la ropa vieja es un plato muy socorrido y, sobre todo, una receta de aprovechamiento. Se dice, y es rotundamente cierto, que no hay dos recetas iguales, aunque todos queremos pensar que la nuestra es “la verdadera”.
Como regla general, suele ser un plato que se obtiene de los restos de las carnes y otros manjares que llenan las ollas de los pucheros y cocidos. Así pues, los garbanzos suelen ser ingrediente esencial. En unos lugares y/o casas emplean solo pollo; en otros, solo ternera y en determinadas zonas, se inclinan por mezclar carne de cerdo, de ternera y de pollo. Todo se mezcla con una buena fritura de cebolla y pimiento que es lo que da la unidad al conjunto. Finalmente, y para completar el condumio, se termina añadiendo unas papas fritas, aunque, para variar, he leído que no todas las recetas tradicionales las introducen.
Mi madre, que es andaluza de nacimiento y canaria de adopción, hace una ropa vieja de ternera tan buena que, por su culpa, nunca pude convertirme en vegetariana y créanme cuando les digo que poco me faltó. Yo, que aprendí a cocinar viendo a mi madre y a mi abuela entre calderos, ollas y sartenes, no tengo una manera única y exclusiva de hacer ropa vieja. En consecuencia, no voy a decirte que mi receta es la verdadera y la única que arranca de las raíces gastronómicas de mi tierra, porque mentiría como una bellaca. La hago como me pide el cuerpo en cada momento y teniendo en cuenta lo que metí en el puchero o en la sopa que sirven de punto de inicio de esta receta de aprovechamiento. En este sentido, te voy a contar cómo la he hecho yo en esta ocasión. Usualmente, mi ropa vieja suele ser de los restos de ternera de un buen puchero canario. Sin embargo, hoy es también “deshilachada”, porque proviene de restos de pollo y ternera de una sopa de esas que levantan a los muertos de sus tumbas y los hacen sentarse a la mesa cuchara en mano. Solo puedo decirte que no dejamos sombra de ella en los platos.
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES (2 personas):
- un trozo de ternera de la sopa (unos 200 g de morcillo de ternera)
- restos de la pechuga y muslos del pollo de la sopa (unos 200 g)
- 150 g de garbanzos de la sopa
- 2 zanahorias medianas de la sopa
- 2 papas medianas peladas, cortadas a cuadros y fritas
- 1 cebolla grande
- 1/2 pimiento rojo
- 4 dientes de ajo cortados a mitades con su piel
- 2 cucharadas de concentrado de tomate
- 100 ml de vino blanco
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 hoja de laurel
- 2-3 ramitas de tomillo seco
- 1 cucharada colmada de perejil fresco picado
- pimienta negra molida
- sal marina gruesa
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN:
1º) Calienta el aceite en una cazuela y dora un par de minutos los ajos. Añade la cebolla cortada en trozos grandes, sofríela unos minutos y, cuando esté algo transparente, añade el pimiento cortado en cuadros groseros, el laurel y el tomillo. Cocina a fuego medio-bajo hasta que la cebolla y el pimiento estén pochaditos.
2º) Incorpora la zanahoria cortada en ruedas no demasiado finas, los garbanzos cocidos, el concentrado de tomate, la sal y la pimienta.
3º) Deshilacha toda la carne e incorpórala a la cazuela. Mezcla todo bien y rehoga 2 minutos a fuego medio.
4º) Vierte el vino, sube el fuego y deja que se evapore completamente antes de añadir las papas fritas. Mezcla todo bien y apaga el fuego.
5º) Añade el perejil picado justo antes de servir.
¡Que buena! Un aprovechamiento riquísimo. Estos platos de aprovechamiento salen tan ricos, partiendo ya de una base rica, que a veces una no puede resistirse a hacer un poquito de más de la base para que sobre y poder prepararlos.
Un beso, feliz semana.
María, no sé a ti, pero a mí todas las recetas de aprovechamiento me parecen mucho más sabrosas. ¿Sabor concentrado?
Besitos y feliz finde
Me encantan los platos de aprovechamiento y la ropa vieja es de los que se llevan la palma. Te quedó espectacular, dan ganas de meterle boca y acabar con ella. Besiños.
Evelyn, muchas gracias, chiquilla. En casa siempre triunfa la ropa vieja. ¡Nos chifla!
Besos y buen sábado
Las fotos preciosas y la ropa vieja………… me encanta!
Gracias Ana. ¡Un platito de ropa vieja para la muchacha!
Feliz sábado
Es verdad en cada comunidad lo hacemos a nuestra manera pero muy parecida, y creo que todas coincidimos, de restos de cocidos , yo lo recuerdo como día de sábado, al mediodía cocido y por la noche ropa vieja, jajaja, no fallaba, así durante años, ahora lo hago yo, no los sábados sólo los días que hago cocido y disfruto mucho comerlo, así que sí, un clásico que gusta a toda España, seguro.
Besitos guapísima
Aquí no es usual comer un plato tan consistente para cenar, supongo que por la temperatura mucho más suave que en tierras baleares. Pero haces bien en mantener la costumbre de hacer cocido y, luego, ropa vieja. ¡Qué buena!
Muchos besitos y feliz sábado
Me recuerda los platos que hacíamos los domingos noches en casa con mi madre, se llamaban tutti frutti, de rechupete. Bisous.
¿Tutti frutti…? ¡Que bueno! ¿Y eran así? ¿De restos de comidas anteriores? ¡Ponnos un ejemplo!
Feliz sábado, Laura
Hola pequeño terremoto!!!!!
Es cierto que es un plato de aprovechamiento que se hace en muchas regiones de España, aunque yo, siempre la asocio a tu tierra porqué la probé por primera vez allí 🙂
Así que tu mami es Andaluza como yo?? y digo esto porque yo, como ella soy nacida ahí pero no he vivido demasiado por esas tierras .. Estoy segura de que ella es una gran cocinera..si ha sido capaz de “frenar” tus deseos de convertirte en vegetariana, debe serlo … y bueno, las “cosas verdes” son buenas, pero una buena “ropa vieja” no se queda atrás 😉
Feliz, feliz finde, mi terremoto!!! <3
¿Probaste la ropa vieja aquí? jajajajajaja ¡Pues vaya! Es el típico plato que no falta en la carta de casi ningún bar o restaurante. ¡Nos encanta como tapa! Con una buena cervecita… Ummmmm.
Puedo decirte que en casa de mis padres, salvo mi padre, que es carnívoro hasta la médula, mi hermana, mi madre y yo somos de más verde y pescado que otra cosa. Sin embargo, esperábamos ansiosas el chorizo de las lentejas, los trocitos de cerdo y pollo del arroz, la carne mechada en salsa… Imposible hacerse vegetariana así. Además, tengo que reconocer que mi madre es una excelente cocinera. Da unos puntos estupendos a las comidas.
Feliz finde Juana, mi niña.
Oleeee por tu madre andaluza!!
Vaya plato rico de aprovechamiento…y digo yo, porque no lo habré hecho nunca??? Por aquí no hay costumbre… y yo soy buena andaluza Cordobesa … en mi casa nunca no se lo vi preparar a mi madre. De donde es tu mamá??
Ahora eso sí, ya no tengo excusa para hacer una ropa vieja en condiciones con esta receta tuya que pongo en favoritos en cero coma, jejeje.
La pinta estupenda, tus fotos y tu blog de lujo, como siempre.
Un besazo primor.
Isabel, mi madre es de un pueblo de Sevilla, llamado Constantina. De ahí son ella y su familia. En cualquier caso, ella lo aprendió a hacer cuando vino a Gran Canaria. Si vienes aquí, verás que en cualquier parte te lo sirven, porque es un plato sencillo y que aprovecha los garbanzos y carnes del puchero. Gusta muchísimo. Pruébalo y me cuentas.
Me alegra verte por aquí, chiquilla.
Muaccccccccccccccccccccccccccccc
Madre mía Laube, esta ropa vieja tiene una pinta que quita el “sentio”. Yo al igual que tu madre soy andaluza y me he criado entre los pucheros y los potajes de mi abuela y mi madre, así que soy de cuchara hasta en agosto. Otra cosa que también me inculcó mi abuela es que la comida no se tira y que con sobras se puede hacer una comida tan rica como esta. Gracias por compartir tu receta con nosotros. Un abrazo