Si me hubiesen dicho dónde acabaría, me habría aferrado con uñas y dientes a mi insulsa realidad. Sin embargo, soñé y quise volar, ser libre. ¡Disfrutar de mi aventura! Echar a andar.
Pataleé, me revolví y recé para que el viento soplase y a algún sitio me arrastrase. Cuando al fin se hizo de noche, un viento helado bufó. Zarandeada, yo caí y todo se tambaleó.
Mientras me deslizaba hacia el vacío, la oscuridad era total. Negrura cautivadora. Sentí miedo y alegría. Mi espíritu, no obstante, se envalentonaba por momentos y se henchía.
Tras el fragor de la tormenta, el silencio más absoluto. Nada se oía. Nada se veía. El frío fue colándose por las aberturas de mis ropajes. Temblaba y me invadía una sensación de desamparo en mi viaje.
Una mezcla de emociones me embargó y caí rendida ante el cansancio. No sé cuánto tiempo pasó hasta que el amanecer se abrió paso. Mi cuerpo, maltrecho y malparado. Desperté en un lecho desyerbado.
¿Era esto lo único que había más allá de lo ya conocido? ¿Frío, dolor y soledad? No, no es solo eso. Percibo dulces aromas, una agradable calidez y una luz brillante y cautivadora. ¡Es la aurora!
Y no, no estoy sola. A mi lado, yacen otros seres. ¿Habrán resistido el temporal? ¿Dormirán? No lo sé, pero ya no siento temor. Intuyo que el camino que he elegido no solo lo transito yo.
Poema de Laube Leal.
Precioso poema¡
Muchas gracias, amigo Pepe. Un abrazo.
Para mi un hermoso poema.
Besos.
Emocionante Laura, siento que transito por ese camino. Muchas gracias, siento tu poema como un regalo.
Karina, todo tuyo, pues. El mayor regalo que se hace a quien escribe es sentir como propia la historia, así que tú también me has hecho un regalo.
Un beso que vuela hacia El Hierro.
Me encanta y me he emocionado mucho, es una magnífica descripción del cambio, de no quedarse en lo ya conocido, lanzarse al vacío sin saber que nos depara, sufrir con la evolución, se van quedando cosas y personas, pero al final lo importante es pasar por todo eso para descubrimos nuevos, con nuevas ilusiones y una.manera distinta de ver las cosas.
La lastima es que no todos se atreven a.pasar por el sufrimiento que va unido al cambio o evolución, en cuanto se asustan vuelven a su zona de confort y siguen quejándose de su triste vida.
He pasado por ahí y veo el.amanecer a diario, aún hay días que duele, pero vale la pena.
Para mí si lo preguntas es poesía, una preciosa y real poesía.
Un besazo enorme querida escritora
Poema en verso, diría yo. Precioso viajo, de un ahora, de un momento en la vida de un ser vivo. Una hoja arrastrada por el viento, un ser vivo perdido de su comunidad, una persona desafiando la soledad. Precioso!
Me quedo en que es una poesía. Una poesía al cambio en esta vida para todo ser viviente. Es difícil cortar por lo sano y cambiar tu camino…
¡Me ha encantado Laura!
Muacksssss