La “arrabbiata” es una salsa italiana de tomates, ajos y guindillas, ideal para pastas, carnes y para mojar pan. “Arrabbiata” viene a significar “enfadado, furioso” y supongo que se debe al sabor fuerte de esta deliciosa salsa.
Parece ser que en Italia no se ponen de acuerdo sobre el origen de esta salsa, aunque está claro que debe ser de la mitad sur de la Península Itálica. La mayoría de las buenas guindillas se encuentran en la región de Basilicata, aunque a los de Campania también les gusta emplear estas pimientas para alegrar sus platos. En consecuencia, yo no me atrevo a decir que la arrabbiata sea de una región o de otra. ¡Incluso el Lazio la disputa! Lo que está claro es que las recetas que incluyen esta potente y sabrosa salsa tienen una marcada personalidad y no está hecha para paladares delicados que no soportan el infierno en la boca.
Aunque sea una receta de las consideradas “picantes”, desde mi punto de vista, acostumbrada como estoy a poner guindillas y chiles picantes en muchísimas comidas, no lo es tanto. Es más bien una alegría lo que se nota en el paladar y poco más, pero es contundente y está llena de sabor. Tú puedes ajustar el picante a más o menos, según te guste.
Pollo all’arrabbiata
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=’#82791c’ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] INGREDIENTES (para 2 personas):
- 1/2 kg de muslos y contramuslos de pollo troceados
- 400 g de tomates maduros pelados y triturados
- 100 ml de caldo de pollo
- 4 dientes de ajo
- 1 cebolla cortada en cuadros grandes
- 3 guindillas secas
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- sal marina gruesa
- pimienta negra molida
- perejil
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=’#82791c’ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] ELABORACIÓN:
1º) En una cazuela ancha, calienta el aceite y dora los trozos de pollo. Retíralos y resérvalos.
2º) En la misma cazuela, echa la cebolla y póchala. Añade las guindillas majadas junto con los ajos y un poco de sal. Incorpora el tomate y espera a que empiece a burbujear. Entonces, añade el caldo caliente. Remueve e incorpora los trozos de pollo. Cuece durante 10 minutos a fuego vivo (7 de 10). Luego, baja el fuego a 5 de 10 y cocina durante 35-40 minutos, con la cazuela destapada para que la salsa reduzca y espese más. Corrige de sal y espolvorea la pimienta a tu gusto.
3º) Sirve el pollo sobre una pasta o sobre arroz y espolvorea el perejil sin cortar demasiado. Puedes añadir queso curado rallado, aunque yo no lo puse porque no me apetecía con el pollo.
A tener en cuenta:
- Si lo prefieres, puedes poner el pollo sin hueso, aunque yo creo que con hueso es mucho más gustoso este plato.
- Este pollo all’arrabbiata queda muy bien sobre una pasta que recoja bien la salsa, así que olvídate de los spagheti y apuesta por penne, rigatoni, fusilli, radiatori, etc. Si prefieres arroz, pues a tu gusto.
- A mí me sobraron unos 125 ml de salsa y, como en casa no se tira nada y mucho menos esta delicia, la empleé en una pizza. ¡Maravillosa!
- No es una receta picante con estas cantidades. Es alegre, pero no es picante. Puedes ponerle una guindilla más si te gusta que pique un poco más o una menos si eres de paladar delicado.
Qué pinta!! En casa nos gustan las salsas “alegres”, aunque mi hija es todavía pequeña para encontrarle el gusto… bueno, más bien está en la fase de que nada le gusta, porque con 2 ó 3 años se comía las aceitunas picantes a puñados!
Me guardo tu receta para probarla pronto.
Un beso guapa!
Yo creo que a los niños hay que ir educándoles el paladar y el picante forma parte de él. Ojo, no digo que le des un chile entero, pero sí que vaya distinguiendo este sabor de los demás.
Besitossssssssssss
Qué rico!! Me daba un poco de cosa las guindillas pero si dices que es alegre pero no picante (que gracia) pues lo hago, lo mismo es mi comida de mañana, me han regalado unos tomates preciosos recién cogidos de la huerta, y están estupendos para esta receta que has puesto que me encanta.
Y lo de la pizza que buena idea, en casa con lo pizzeros que son!!
Un beso
El picante es un sabor maravilloso y, además, Juana, es muy saludable. Sube la temperatura del cuerpo y es un antibiótico y antiinflamatorio maravilloso. ¡Tienes que introducirlo en tus comidas! Pasito a pasito, eso sí.
Muaccccccc
A mí me puedes p0oner bien de picante, que no le hago ascos. Además, en verano, con el calor, el picante ajusta la temperatura corporal, así que…
Pienso como tú. El picante es estupendo para el cuerpo.
Muaccccccccccc
¡Que bueno! Para mi con picante, que esa chispilla me encanta. O incluso chispona.
En cuanto maduren los tomates de casa, pruebo.
Un beso.
Con buenos tomates, esta receta es una joya, María.
Besitosssssssss
Creo que ya me has dado la idea para la comida del Sábado. Gracias
Besos
¿Al final la hiciste, Manu? Puedes ponerla con la carne que más te guste o tengas preparada.
🙂