Adoro el pesto y hace tiempo que dejé de considerarlo solo una salsa de albahaca y exclusivamente para aderezar la pasta. Puedo decir sin vergüenzas de ninguna clase que hago pesto con cualquier cosa que pille. Supongo que para los más tradicionalistas, eso ya no sería “pesto”, pero a mí me importa poco seguir la doctrina. Ya me conoces…
Cuando paseo entre los diversos puestos del mercado agrícola al que suelo ir, me gusta que las verduras y frutas que veo sean las que me inspiren las recetas. A veces, tengo pensado hacer una receta, pero cuando las veo, con sus maravillosos colores y sus texturas turgentes, cambio de idea y hago otra cosa. En esta ocasión, el tendero me preguntó si quería que cortase las ramas de un precioso bulbo de hinojo para que no me molestasen y lo miré asombrada y casi le grité: “¡No las corte!” Y me fui tan feliz con un ramillete enorme de hojas de hinojo asomando del carrito de la compra. Mientras caminaba para salir del mercado, pensaba en aprovechar algunas ramas para infusiones. Me gustan muchos las infusiones de hinojo y anís y, además, son buenísimas para el estómago. Si tienes problemas de acumulación de gases, una infusión de hinojo y anís es mano de santo. Te la recomiendo.
Pesto de hinojo
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES (tarro de 200 ml):
- 4-5 ramas de un bulbo de hinojo
- 7 nueces peladas
- 150-180 ml (aproximadamente) de aceite de oliva virgen extra
- 3 dientes de ajo pelados
- 75 g de queso muy curado de cabra
- sal marina gruesa
- 2 cucharadas de zumo de limón
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN:
1º) Lava bien y seca con un paño limpio las ramas y hojas del hinojo. Desecha la rama gruesa central y quédate con las ramitas finas donde están las hojas. Trocéalas y mételas en el vaso americano o en el vaso de la batidora (lo que uses para triturar).
2º) Añade las nueces troceadas, los ajos pelados, el queso previamente rallado y la sal a tu gusto.
3º) Incorpora el aceite y el zumo de limón. Añade más o menos aceite en función de si te gusta un pesto menos o más consistente.
4º) Tritura hasta que la mezcla esté a tu gusto.
5º) Guarda el pesto en un bote de cristal bien cerrado en la nevera.
A tener en cuenta:
- Me encanta el pesto tradicional, con albahaca y piñones, pero desde que descubrí el pesto de hojas de hinojo, estoy enganchada. Su sabor es algo más cítrico y con toques anisados y el aroma es increíble.
- A veces lo hago con nueces (la textura es más cremosa) y a veces, con avellanas (la textura es más crujiente y hay más contraste en el aroma).
- Siempre uso queso curado de cabra, pues el aroma es más potente, así como el sabor algo más saladito. Por supuesto, uso quesos canarios. Si tienes la opción de comprar un queso canario de cabra muy curado, te lo recomiendo. Pero puedes emplear quesos de tu tierra, que sean muy curados y de sabor penetrante. Recuerda, piensa globalmente y actúa localmente.
- Yo soy fan del ajo, así que a menudo empleo más cantidad si va a ser un pesto que se va a quedar en casa. Como este pesto puede ser un regalo gastronómico delicioso, puedes hacerlo con menos ajo. No olvides emplear un tarro bonito si va a ser un obsequio para un amigo muy foodie. Ya sabes que todo entra primero por los ojos y no deberíamos abstraernos de esta realidad.
- Yo evito triturar demasiado, porque me gusta más un pesto con textura y tropezoncillos. Un pesto completamente liso, para mí, carece de interés. Pero ya sabes lo que siempre digo: cada uno en su casa hace las cosas como más le gustan.
- Empleo el pesto para aderezar la pasta, sí; pero, como más nos gusta, es sobre una rebana de pan con unas rodajas gruesas de tomate. Si te decides a hacer este pesto, prueba a untarlo en pan, ponle unas rodajas generosas de tomate con unas escamas de sal (sin pasarte) y, luego, cuéntame qué te ha parecido.
- Este pesto puede aguantar más de un mes en la nevera si está en un frasco de cristal bien cerrado. El limón, aparte de potenciar el sabor cítrico y anisado del hinojo, ayuda a su conservación en perfectas condiciones.
A mi, el pesto de albahaca no me gusta.Sabes que me aficione al de espinacas por ti y creo que este tambien lo probare..El toque de anis y sabor citrico me llama la atencion.Gracias!!!
Con lo rica que es la albahaca… El hinojo se acerca más al amargor de la albahaca que a la espinaca, así que no sé si te gustará.
Si lo pruebas, me cuentas.
Muaccccccccc
A mi también me encanta el pesto y variarlo a mi manera. El otro día hice uno de pimiento rojo delicioso! Este tuyo pinta de maravilla, aunque no probé nunca el hinojo, por aquí no se encuentra facil. Pero cuando lo haga sin duda ya se lo que haré. Besiños.
El de pimientos me chifla, Evelyn. ¿No venden hinojo en los mercados? Aquí hasta hace poco, tampoco, pero ahora por muchos puestos se ve.
Besitosssssssss
Ups y yo que no he probado el hinojo! Tiene una pinta tremenda, yo también soy muy fan del pesto y el verde me gusta, pero lo hago de muchas más maneras…
Besos bonita
Yo también hago pestos con casi todo lo que pillo, Ana. Es que me chifla con pan. 😉
Besitossssssssss