Es curioso lo que sucede con algunas cosas. Buscas y rebuscas y no las encuentras. Estaban allí y, de repente, ya no están. Abres y cierras cajones, puertas de alacenas y nada. No aparece. Das vueltas sobre ti misma como si hubieses perdido el norte, o el sur que siempre es más cálido, y te invade la frustración. Pero, si yo lo dejé aquí mismo… Cierras los ojos y respiras. ¿Dónde puede estar? Haz memoria. Lo puse ahí. No puede haberse movido solo y si yo no he sido… No hay nadie más que pudiera haberlo cambiado de sitio. ¿O sí? Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, como si un rayo me hubiese fulminado mientras corría por un prado. ¡No puede ser! ¡Céntrate y déjate de tonterías! Nuevo escalofrío recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza y erizando todo mi vello.
Una ventana se abre empujada por el vientecillo del atardecer que sube desde la playa por el acantilado. Trae aroma a salitre y la luz dorada del crepúsculo invade la tenue oscuridad de la cocina. Mi cena vuelve a estar donde la había dejado, con ese increíble olor cítrico que tanto me gusta. Intento asirlo, pero se escapa entre mis dedos. ¿Estaré perdiendo la razón? Me siento ligera, muy ligera y atraída por la brisa marina que siempre ha estado presente en cada etapa de mi vida. Tal y como entro, salgo… Miro un instante atrás y allí me dejo. Sonriente como de costumbre.
Pasta al limón con brécol y pollo
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES (para 2 personas):
- 200 g de rizos de pasta seca
- 2 muslos de pollo deshuesados y sin piel, cortado en tiras
- 100 g de flores de brécol
- el zumo de 1 limón
- 3-4 ruedas o gajos de limón
- 5 dientes de ajo pelados
- aceite de oliva virgen extra
- orégano seco
- pimienta negra molida
- sal marina gruesa
- queso de cabra curado rallado para espolvorear sobre la pasta
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN:
1º) Maja los dientes de ajo con un pizco de sal. Reserva.
2º) Pon un poco de aceite en una sartén y saltea las tiras de pollo a fuego fuerte durante 2 minutos. Salpimienta a tu gusto. Retíralas de la sartén y resérvalas.
3º) En la misma sartén que has salteado el pollo, saltea las flores de brécol, a fuego fuerte durante 2 minutos. No hace falta que añadas más sal. Incorpora el pollo de nuevo, mezcla, apaga el fuego y reserva.
4º) Cuece la pasta con abundante agua caliente y salada. No la cocines en exceso. Mucho mejor al dente. Escúrrela sin dejarla completamente seca y añádela a la sartén con el pollo y el brécol, añade el zumo de limón, el ajo majado y el orégano.
5º) Sírvela calentita con un buen chorreón de aceite de oliva por encima, un poco de queso curado y unos gajos de limón para quien quiera aumentar el sabor cítrico.
A tener en cuenta:
- Cuando escurras la pasta, reserva siempre un poquito del agua de la cocción y añádela a la salsa con la que vayas a servirla. De este modo la salsa se pega más a la pasta y se disfruta mucho más.
- Si no comes carne, puedes sustituir el pollo por cuartos de champiñones. ¡Te chuparás los dedos!
- La pasta con esta clase de acompañamientos sencillos y sin salsas espesas requiere un buen chorreón de aceite de oliva a la hora de servir, para exacerbar los aromas y sabores.
- El ajo se añade en crudo, para que dé ese toquecillo picante tan delicioso y aumente el sabor del cítrico. Otra versión podría ser añadiendo unos ajitos fritos al final, con su aceite. La cosa cambia mucho, pero está igualmente delicioso.
- Yo salteo el pollo y el brécol por separado porque el brécol es más delicado que las tiras de pollo.
¡Que buena! Lo que me gusta la pasta, me encanta.
Besos.
Yo lo prepararia con el ajo bien frito..y ademas del pollo agregaria setas….mmmmm!!!!Me la apunto para la semana que como en el curro algun dia…gracias!!!!
que bueno y fácil
Muy buena pinta….la copiaré… Gracias. Besitos, Lacra.
Carmen
Las desapariciones inexplicables en las casas con gatos, suelen tener un responsable peludo que se esconde bajo la cama cuando ha “desaparecido” lo que no tocaba… ejem. Pero mira, si pongo una pasta con pollo y brócoli, en lugar de desaparecer, se reconvertiría en pasta con brócoli y punto.