En mi pequeño universo panarra, el pan bueno puede ser para bocadillo, para rebanada sobre la que poner ricos manjares o sobre la que untar, para mojar en salsas, para sandwich o simplemente para disfrutar. El de hoy es un pan muy sencillo que, de alguna manera, se acerca al bollo, pero que, sin duda y por ser saladito, es un pan para llevar a un picnic o a un asadero y deleitarse con él mientras la carne va asándose en el brasero o mientras charlas animadamente con un amigo. Te lo comes solo: lo coges, lo miras, sonríes y lo muerdes. No hay más.
Digo que se acerca al bollo, porque la masa es prácticamente la misma que la de mi pan-bollo, ¿te acuerdas? Desde que una masa lleva huevo y leche, deja de ser un pan en sentido estricto y se convierte en otra cosa. Ni mejor, ni peor: es un pan distinto. En cualquier caso, es un pan muy agradable de comer. Es tierno, sin ser blanducho. Es muy aromático y con una cortecita con un toque casi acaramelado. Si encima el relleno tiene cuerpo, es decir, que no está simplemente untado con alguna crema, sino que tiene tropezoncitos, la textura mejora y es cuando se convierte en un pan para disfrutar. ¿Te apetece probarlo?
Pan para disfrutar, relleno de tomates secos, aceitunas negras y perejil
INGREDIENTES:
- 160 ml de leche tibia
- 10 g de levadura seca
- 50 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 50 g de azúcar
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 400 g de harina de fuerza
- 1 cucharadita de sal marina gruesa
- para el relleno: 6 tomates secos, aceite de oliva virgen extra, 10 aceitunas negras, 2 cucharadas colmadas de perejil picado
- para dar el toque final: leche y sal negra en escamas
ELABORACIÓN:
1º) Mezcla la leche tibia con la levadura seca y deja reposar 5 minutos.
2º) Bate la mantequilla con el azúcar. Cuando empiece a ser una cremita blanquecina, incorpora el huevo y sigue batiendo. Vierte la leche con la levadura y remueve bien.
3º) Dispón la harina en un bol, haz un agujero en medio y vierte la mezcla de la mantequilla, azúcar, huevo, leche y levadura. En un ladito del montón de harina, echa la sal. Amasa hasta lograr una masa elástica y lisa. No debería pegarse a las manos, pero si ves que se te pega mucho y no logras que se haga una masa lisa, añade una cucharada de harina extra. Amasa hasta integrar bien y lograr una masa elástica y lisa. Haz una bola, remetiendo los bordes hacia abajo, boléala en la mesa y déjala reposar en un bol limpio y seco, tapada con film plástico, hasta que la masa duplique su volumen inicial. Normalmente tardará unos 90 minutos, pero si hace frío, puede que requiera unos 40 minutos más. Obsérvala.
4º) Mientras la masa va leudando, prepara los tomates secos. Mézclalos con 4-5 cucharadas de aceite y pásalo por la picadora o la batidora. No se trata de convertirlos en una pasta, sino en migas de tomates humedecidos. Reserva.
5º) Corta las aceitunas en ruedas. Reserva.
6º) Una vez ha levado la masa, pon un poquito de aceite en la mesa donde vayas a trabajar. Con un rodillo, estira la masa hasta hacer un rectángulo de unos 20×40 cm aproximadamente. Esparce sobre esa superficie las migas de tomate seco, las aceitunas y el perejil. Enrolla por la parte más estrecha, intentando apretar bien el rollo. Engrasa un molde para pan de sandwich o, si no tienes, uno tipo cake (piensa que va a aumentar unas 3 veces su volumen, así que piensa en un molde de tamaño apropiado). Deja levar unos 50 minutos o hasta que doble su tamaño inicial.
7º) Hornea durante 30 minutos, 10 minutos a 200ºC y el resto del tiempo reduce la temperatura a 180ºC. A los 15 minutos, yo lo cubrí con papel de aluminio para que no se dorase más de la cuenta. Saca del horno, desmolda con cuidado y pinta generosamente con la leche toda la superficie del pan. Añade las escamas de sal rotas por encima y deja enfriar completamente.
A tener en cuenta:
- Es un pan que dura tierno unos tres días. Yo solo puedo asegurarte que el segundo día está delicioso, porque nunca me ha durado más allá de dos días.
- Si lo cortas en rodajas finas, puedes congelarlo e ir sacándolo a diario, pasarlo por la tostadora y comerlo para desayunar, almorzar o cenar.
- Es un pan genial para llevar a una comida informal en el campo. Se come solo y va bien hagas un asadero de carne o un arroz.
- Yo lo hago tanto para salado como para dulce. En otras ocasiones lo he rellenado de ajo, pimienta y perejil; perejil y anchoas; queso azul con nueces; atún y pimiento morrón; trozos de chocolate; chocolate y pasas; etc. Es muy versátil, así que, si lo haces, cuando le cojas el punto va a encantarte. Es bueno, bonito y barato.
Una masa deliciosa y muy versátil, A mi también es el tipo de pan que me gusta traer en los primeros picnics primaverales qe ya tenemos a la vuelta de la esquina,,,,
Buen pan, sol y amigos, una receta para ser feliz :o)
Besos y feliz semana
Palmira
Sí, Palmira, es una masa sencillísima y muy versátil. Vale igual para dulce que para salado y es tan amorosito comerlo… 😉
Un beso
Qué pan más rico, me encanta lo de sonreirle y pegarle un bocado! Pues parece sencillo y ahora estoy practicando con el pan, así que me guardo la receta.
Un beso fuerte y feliz semana
jajajajajaj Ana, es que te aseguro que es un pan para sonreír. jajajajajaja Está muy rico y es muy fácil. No se puede pedir más.
Si lo haces, cuéntame.
Muaccccccccccc
¡Oh, que rico! La pareja tomate seco-aceitunas negras me encanta, así que estoy segura de que este pan me va a encantar. Apuntadito queda, no se me escapa.
Me pasa como a ti: tomates secos y aceitunas negras es algo que me chifla. Es una pareja a la que recurro mucho en comidas sencillas (una pasta, por ejemplo o en una pizza, una pechuga de pollo a la plancha…). Y en un pan lo hace quedar muy jugoso y sabroso.
Si lo haces, me cuentas.
Un beso
Tendré que hacerlo, no puedo reprimirme, tiene una pinta estupenda. Muchas gracias Laura.