El orzo es una pasta de sémola de trigo duro que tiene forma de grano de arroz y que no debe confundirse con lo que los italianos denominan “orzo”, que es la cebada perlada. Es muy habitual en la cocina griega, pero también en la alemana, en la de algunos países árabes e incluso en Estados Unidos. Se la llama también risone o kritharaki.

 

Al ser una pasta pequeña y de trigo duro, es ideal para ensaladas veraniegas o para caldos y potajes invernales. El orzo es estupendo para rellenar, por ejemplo, pimientos, berenjenas, calabacines y, como no, calabazas. Hablando de calabazas… Se me ocurrió que, como estamos en temporada de este delicioso vegetal, podría hacer con ella una especie de risotto, aunque sin la presencia del abundante almidón que tiene el arroz.

 

Se trata de un plato sencillo, muy reconfortante y cremoso. Es casi una golosina, por eso, mientras lo comía, pensé que quizás pueda gustar a los niños, a pesar de llevar calabaza.

 

Orzo con salsa cremosa de calabaza y queso

 

INGREDIENTES (2 personas)

 

• 250 g de pasta pequeña y corta, a ser posible orzo o pistones
• 150 g de calabaza pelada
• 1 cebolla pequeña
• 50 g de queso emmental rallado
• 1/2 chile rojo
• 2 dientes de ajo
• sal marina gruesa
• pimienta de Jamaica
• nuez moscada
• albahaca fresca
• aceite de oliva virgen extra

 

ELABORACIÓN

1º) Corta en cubos la calabaza y la cebolla en dos mitades. Coloca la verdura en una fuente refractaria, añade los ajos enteros, riega con un poco de aceite y salpimienta. Hornea durante 25 minutos a 180ºC. Vierte la verdura asada en el vaso de la batidora, añade el chile rojo y la nuez moscada. Tritura hasta lograr una crema muy homogénea y espesa. Resérvala muy caliente.

2º) Pon agua a hervir con sal. Añade el orzo y cuécelo durante 6 minutos (debe quedar un poco durito para que termine de hacerse con la crema de calabaza). Escúrrelo y reserva medio cucharón del agua de la cocción.

3º) Vierte el orzo cocido sobre la crema de calabaza y añade el agua de la cocción. Remueve bien e incorpora el queso rallado. Vuelve a remover para integrar bien el queso. Deja reposar 2 minutos, corrige de sal y pimienta, añade hojas de albahaca a tu gusto y sirve muy caliente.

 

A tener en cuenta

• Aunque lleve medio chile, no es picante. Piensa que la calabaza es sumamente dulce y hasta podría llegar a ser empalagosa si no llevase el contraste del ajo, la sal y el chile. 
• El queso chéddar le va igualmente bien, por si lo prefieres. Lo ideal es que sea un queso de vaca, para que se vuelva untuoso y suavice la salsa. El queso de cabra se quedaría mas “harinoso”, así que, en esta ocasión, opta por un queso de vaca que te guste y le aporte un puntito canalla a la crema.
• Esta variedad de calabaza es, como ya he dicho antes, muy dulzona y carnosa. Casi no tiene agua, de ahí su color. Yo decidí asarla para resaltar justamente la carnosidad de la pulpa. No obstante, si quieres, puedes usar cualquier otra variedad e incluso cocerla al vapor.
• Se trata de un plato diferente. La textura no es la del risotto, porque el orzo no es arroz. Se acerca más a los famosos “mac&cheese” estadounidenses, aunque mucho más saludables, claro está.

 

¿No me digas que no es una calabaza preciosa?