Gran Canaria tuvo más sabor que nunca a queso con motivo de la celebración de la II Feria Europea del queso celebrada el fin de semana pasado, dieciséis y diecisiete de marzo, en el municipio cumbrero de Artenara, en la Isla de Gran Canaria.
Comenzaré diciendo que Artenara es un pequeño municipio grancanario cuyo centro urbano se sitúa a 1270 metros sobre el nivel del mar y su mayor altitud es la Montaña de los Moriscos, a 1770 metros de altitud. Este pueblito lindo es el menos poblado de Gran Canaria, pero eso no impide que sea uno de mis preferidos de la isla.
El sábado 16 de marzo el cielo amaneció limpio y azul. Todo estaba listo para que Artenara pudiera ofrecer todos sus atractivos a los miles de visitantes que se esperaba que aparecieran durante todo el fin de semana. Y no defraudó.
Miles de oriundos y foráneos desfilaron sin prisa pero sin pausa para dejarse seducir por una gran muestra de quesos canarios, españoles y europeos. No en vano, los canarios somos unos enamorados de este producto lácteo. ¡Somos como ratoncillos! Allá donde huele a queso, hay un canario y puedo decir que, en este aspecto, soy un claro ejemplo de ello.
Quesos de las Islas Canarias
En las Islas Canarias hay tres denominaciones de origen protegidas (D.O.P.): Queso Majorero, de Fuerteventura; Queso Palmero, de la isla de La Palma y la D.O.P. Quesos de Flor, de Media Flor y Quesos de Guía, de Gran Canaria.
Hay que decir, en primer lugar, que el Queso Majorero es, sin duda, la estrella de los quesos canarios, españoles, europeos y mundiales. No es que lo diga yo, sino que es la realidad, avalada por los cientos de premios que este formidable queso recaba año tras año. Es por ello un queso de cabra archiconocido y apreciado en todas las Islas Canarias y fuera de España. En nuestro país, no obstante, aunque conocido por los amantes del queso, no ocupa el lugar que debería dada la solera de este magnífico producto isleño. Una pena, sin duda, dado el sabor de estos productos incomparables, su textura única y su toque entre ácido y picante.
A pesar de no ser tan conocido como el Queso Majorero, creo necesario destacar la categoría del Queso Palmero. Aunque en la foto de portada aparecen ejemplares pequeñitos, no es la característica principal de los quesos palmeros, pues son muy grandotes y, por supuesto, de leche de cabra. Si no has probado este queso sabroso y de toque picantón, te lo estás perdiendo.
Y cómo no… Llega el turno de mi isla: Gran Canaria. Por cierto, mi isla no se llama Las Palmas. Lo digo porque hay mucho lío y los que vivimos aquí no contribuimos mucho a despejar las dudas. Mi isla se llama Gran Canaria y, con sus defectos, es preciosa de mar a cumbres. La capital de la isla es Las Palmas de Gran Canaria y la provincia, que agrupa a las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, se denomina Las Palmas. Las Palmas es, pues, un concepto político. Sé que soy pesada, pero es que mi isla tiene un nombre precioso y es Gran Canaria.
Mi isla se llama Gran Canaria, no Las Palmas. Las Palmas es una denominación de carácter político referente a la provincia. Las Palmas de Gran Canaria es la capital de la isla de Gran Canaria.
Los quesos con D.O.P. en Gran Canaria se producen en el noreste de la isla, entre Gáldar, Moya y Santa María de Guía. Una de sus características fundamentales es que se hacen con cuajo de flor de cardo y que el porcentaje principal de leche es de oveja (se admite un porcentaje de cabra e incluso vaca).
¿Y qué tienen de especial los quesos D.O.P. Flor, Media flor y Quesos de Guía? Su textura, su aroma y su acidez. Son quesos muy particulares y, una vez los pruebas, quedas enamorado de por vida. Otra peculiaridad es que aparecen en la escena gastronómica en marzo y en mayo casi no queda rastro de ellos, pues su producción es más bien escasa y, en cuanto asoman en los mercados y supermercados, los grancanarios arrasamos con ellos.
Antes de continuar, me gustaría resaltar la ganadería canaria, especialmente las ovejas y cabras canarias. En primer lugar, las cabras y ovejas autóctonas son un patrimonio que debemos procurar no perder, tanto por su valor per se, como por el potencial económico de su producción. En segundo lugar, porque gracias a estos animales se están retomando o revitalizando costumbres muy importantes como la trashumancia. Así, por ejemplo, en Gran Canaria, aunque este pastoreo en movimiento nunca se perdió, sí es cierto que en los últimos cinco años se ha visto aumentar el número de pastores que se suman al aprovechamiento de los pastos de gran parte del norte y centro-sur de la isla.
A pesar de algún comentario del que fui testigo directo en mi visita a la Feria Europea del Queso de Artenara, en el sentido de que “…los quesos canarios están buenos por las cositas que les ponen por fuera, porque la hierba que tienen aquí es muy pobre…“, estas palabras solo son fruto del resentimiento y la ignorancia. Parece mentira que un quesero pueda decir esto de los productos de otros lugares, especialmente cuando conoce de primera mano el trabajo que conlleva sacar adelante una ganadería y una quesería. En fin, le di mi opinión con argumentos y, para distinguirme de él, hasta probé y alabé su producto.
Quesos de otras partes de España
Aparte de los numerosos productos procedentes de las Islas Canarias, también tuvieron cabida quesos maravillosos de Cádiz, Cáceres, Asturias (Cabrales), Euskadi (Idiazábal) y Girona. Puedo decir que los probé todos y me traje unas cuñitas de Idiazábal, de la zona de El Ripollés (Girona) y un rulo de cabra madurado y picón de Quesería Doña Francisca, de Casar de Cáceres, así como una tarrinita de queso crema de cabras payoyas, curadito y picante de Quesos Villaluenga del Rosario, Cádiz. ¡Bárbaros!
Esperaba que vinieran otras queserías y D.O.P. como la de Queso Mahón y Queixo Tetilla, Arzúa-Ulloa, Manchego… Pero no hicieron acto de presencia. Una lástima.
Quesos italianos
Los únicos representantes europeos fueron los italianos, en concreto la quesería Maestro Casaro, con sus mozzarella y scamorza. ¡Deliciosas! Lo que me ha sorprendido es que tienen sede en Las Palmas de Gran Canaria, así que me será más fácil conseguir sus deliciosos quesitos en forma de pera.
Yo destacaría…
En primer término, quiero reseñar que la industria del queso artesano está reconquistando el terreno que perdió hace algunas décadas. Me encanta ver a personas jóvenes y no tan jóvenes dedicándose a esta preciosa labor que nos hace tan felices a algunos.
En este sentido, es reconfortante saber que hay familias enteras dedicadas al queso: desde pastores, a queseros… En la Feria Europea del Queso de Artenara pudimos tener buenas pruebas de este hecho.
En segundo lugar y desde mi visión como consumidora de queso y amante de la gastronomía, quiero aprovechar para destacar el trabajo innovador de algunas queserías. Si bien es verdad que hay que alabar la vuelta a los orígenes, al queso artesano, a la leche cruda y a la trashumancia, también es cierto que valoro muchísimo que haya queserías que nos pongan sobre la mesa la innovación. Me encanta todo lo que huela a adaptación, flexibilidad, mejora e introducción de nuevos elementos y por eso lo muestro de la manera que sé: con fotografías.
Por último, pero no menos importante, la impresión que me causaron algunos puestos, como el de Cortijo de Daniela (ya mencionado más arriba), el de Queso Palmero de Garafía, cuya foto ocupa la portada de este post y este que muestro una foto a continuación, perteneciente a Quesos don Paco.
No todo fue queso
¡Claro que no! En cualquier buena feria de queso que se precie no pueden faltar otros productos autóctonos que casan a la perfección con ese producto. Así que el pan y los dulces locales se abrieron hueco, así como la miel, las fresas, los turrones canarios y, algunos licorcitos.
Y unas críticas constructivas…
Aunque empiezo a vislumbrar luz al final del túnel en cuanto al sentido de la adaptación a los tiempos que corren, sigo observando que cuesta pisar firme el siglo XXI. Que haya queserías sin página web me parece muy triste y poco competitivo, pero que la D.O.P de Quesos Flor, Media Flor y de Guía no tenga una web al margen del apartado en la web de Quesos de Gran Canaria me parece de pena.
No sé quiénes son los miembros del Consejo Regulador de esa denominación de origen, pero debería darles un poquito de vergüenza que un queso de esa categoría no pueda ser visto desde cualquier parte del mundo porque no hayan invertido en una web en condiciones. Señores, Internet existe y, si ustedes quieren existir, deben actualizarse o, de lo contrario, ya saben lo que les pasará.
En la misma línea de la crítica anterior, quiero decir a la mayoría de los productores que en esta Feria Europea se congregaron que no basta tener una fanpage en Facebook (que además va cuesta abajo y sin frenos). Ustedes son los representantes de productos de reconocido prestigio, muy consumidos en sus zonas geográficas e incluso más allá de sus pequeñas fronteras territoriales. No pueden vivir de espaldas al progreso tecnológico. Nadie les pide que sean ganaderos, pastores, queseros y, además, diseñadores de páginas web, copywriters y creadores de contenidos, asesores de marketing y fotógrafos. No, no… Para eso estamos los profesionales de estos sectores. Ustedes hacen queso y nosotros les damos visibilidad y les metemos en el siglo XXI.
Otra crítica es la del plástico… A ver, queseros, freseros y otros productores: dado que ustedes hacen, producen o cultivan productos artesanales y naturales, les pediría que trajesen sus productos sin envolturas plásticas y sin tarrinas de ese material…
Por un lado, es un atentado contra el planeta servir en envases plásticos unos productos que deberían representar lo tradicional o lo natural. Por otro lado, es horrible ver esas piezas preciosas envueltas en un plástico cutre, que afea todo lo que envuelve. ¿Y si fueran más conscientes con el planeta e introdujesen el buen gusto en lo que rodea a sus maravillosos productos? Creo que ganarían muchos enteros con personas como yo y otros millones más.
Mi opinión, mis gustos…
Para terminar, tengo que indicar que he intentado ser lo más objetiva posible a la hora de redactar este artículo, para lo que me he documentado a fondo, así como he intentado enlazar a todas las queserías y productores que tenían web o fanpage. No obstante, soy humana y tengo opiniones. Como no tengo que justificarme ante nadie, ni estoy a sueldo u otra contraprestación por parte de nadie que aparezca en este post, he escrito todo lo que me ha parecido oportuno contar a mis lectores, con cortesía y sin querer faltar al respeto y al trabajo de ninguna empresa o productor.
Todo lo que he escrito se basa en información previa y en opiniones personales. Nadie me ha pagado por redactar una sola línea de este artículo.
Espero que este artículo pueda servir para conocer un poquito más sobre el mundo del queso en general y sobre el queso de las Islas Canarias en particular. Si además, consigo entretener, ¡misión cumplida!
Me ha encantado, no sólo x lo ilustrativo, si no x lo documentado y por lo objetivo dd tu crónica. Deseando probar tu queso majorero y tus DO. Poco conicidos en la peninsula e injustamente. Gracias tb x la aclaracion de los nombres de la isla, capital y zona. Un lio para nosotros a veces. Beso!
Estoy de acuerdo en mucho de lo que dice, pero quiero hacerle una pequeña aclaración: La DOP Queso de Flor de Guía, Queso Media Flor de Guía y Queso de Guía, no tiene consejo regulador. De hecho, en el año 2.017 se iniciaron los trámites, para que el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, ICCA, reconociera a, PROQUENOR, Asociación de Productores del Queso Noroeste, de la que forman parte las cinco inscritas en dicha DOP, además de otras queserías del noroeste de la isla, como consejo regulador. En la actualidad, dicha solicitud está por la vía judicial, a la espera que sea un juez quien toma dicha decisión, ya que el ICCA la ha rechazado., Según ellos, porque no se cumple con los requisitos establecidos en la Ley 4/2015 de los órganos de gestión de la figuras de calidad de productos agrícolas, alimenticios, agroalimentarios no vínico.
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Laura, eres todo un descubrimiento. No te conocía y tengo que agradecérselo a una muy buena amiga: Mon, de April’s Kitchen. Me ha encantado tu reportaje. Viví 9 años en Las Palmas y otro medio año en Tijarafe, en la isla de La Palma. Fue una aproximación lenta pero continua al maravilloso mundo de los quesos. Los comerciales que tienen todos los beneplácitos de los estándares de calidad y los personales, hechos para el consumo familiar que tienen un toque personal. Sobre todo los frescos palmeros, ahumados sobre un bidón y que son auténticas exquisiteces al gusto de cada familia. He viajado por todas las islas y siempre he dicho que el mundo del queso canario era totalmente desconocido. Que había muchas joyas por descubrir. Yo volví de mi estancia allí cargada de buenos quesos y de mi agüita Firgas. Mi hija sigue encargando 10 años después que le traigan un buen gofio. Me ha emocionado leerte. Tengo que volver por ahí. ¡Lo echo tanto de menos! Besos
Me ha encantado desde la Queseria Don Paco darle las gracias