Cuando, charlando con personas de mi alrededor, les hablo de “crear contenidos”, a menudo abren los ojos al máximo y puedo ver en sus pupilas un enorme signo de interrogación, así que voy a intentar explicar a qué se hace alusión cuando se habla de creación de contenidos.
La Real Academia Española de la Lengua define “contenido” de la siguiente manera:
“Cosa que se contiene dentro de otra.”
En consecuencia, cuando creamos un contenido estamos introduciendo “cosas” dentro de “algo”. Seguramente la mayoría de ustedes seguirá con los ojos igual de abiertos y más confundidos respecto a lo que implica “crear un contenido”, por lo que acotaré aún más la idea.
Vayamos a la práctica para ilustrarnos mejor. Imaginemos una empresa que quiera aumentar su cartera de clientes y, en consecuencia, vender más. Ésta utilizará todos los medios a su alcance para que su producto o servicio pueda ser visto por el mayor número posible de consumidores potenciales de dicho producto. Para ello, hoy en día, se servirá de una página web o un blog, aunque no renunciará a los métodos tradicionales en función de su presupuesto publicitario, como pueden ser el reparto de folletos, las cuñas publicitarias en emisoras de radio, anuncios en prensa escrita, etc. Pues bien, ese mensaje que la empresa quiere transmitir sobre ese producto o marca es un contenido que tendrá que ser introducido en el blog, web, folleto, etc. y puede ser escrito o audiovisual.
Sin embargo, a menudo sucede que, aunque muchas personas hayan visto el mensaje de ese producto publicitado, la mayoría no se ha interesado por él, bien porque no lo necesita, porque no le gusta, porque no puede pagarlo o porque el mensaje no le ha calado, por lo que simplemente lo olvidará. En este sentido, la empresa habrá consumido su presupuesto en publicidad y no habrá obtenido ninguna rentabilidad. Pero, ¿por qué pasa eso? Sucede porque el contenido no es el adecuado, porque no es relevante para los potenciales clientes o lectores.
Pongamos como ejemplo una empresa que diseña y vende bañadores para la natación en piscinas. Esta empresa, con denominación social “Juan Pérez”, coloca un enorme cartel con el nombre de su marca en el acceso a una carretera que va a la montaña. ¿Aumentarán sus ventas de bañadores debido a ese cartel? No y la razón es lo poco estratégico de su colocación, así como la dificultad de recordar que “Juan Pérez” es una marca de bañadores de natación. En consecuencia, no basta con tener un mensaje, un contenido, sino que debemos asegurarnos de que sea el adecuado para nuestra marca o producto.
¿A que ahora sí entendemos qué es un contenido, qué significa crearlo y la importancia de un contenido relevante para atraer la atención de nuestros lectores hacia nuestros blogs o de los compradores hacia nuestra tienda? Sabiéndolo, habremos de ponernos en marcha y yo, desde laubeleal.com, puedo ayudarte a conseguir que tus contenidos sean más interesantes y estén más definidos, atrapen a tus lectores e incrementen tus ventas.
Laura como te comprendo, cuando digo que soy redactora de contenidos la gente me mira como si estuviera o loca o sea un ovni… Y lo peor es que muchas empresas todavía piensan que en internet basta poner 3 cositas de nada escritas por un becario … y después se sorprenden no tener los resultados esperados…
Te deseo mucha suerte en este proyecto de vida, y me irás contando, cómo y donde te has graduado, que lo estoy valorando.
Besos,
Palmira
¡¡¡Cierto, Palmira!!! Poca gente sabe lo que es, pero, cuando explicas con un ejemplo, todos responden: “Ahhhh, vaaaaleeee”.
Yo llevo escribiendo toda mi vida, unas veces más y otras menos, pero siempre he tenido cerca hoja y papel o, ahora, una table o el portátil. Aquí, al menos, no hay ningún sitio donde te gradúen en redacción. Yo me he leido no sé ni cuántas webs de copywriting, de periodistas que se decican a la redacción de textos para terceros, etc. Eso ha sido mi guía. Eso y la autorización de Hacienda del Estado para poder hacerlo sin problema. Si quieres redactar contenidos de manera profesional, no tienes más que proponértelo, liarte la manta a la cabeza, darte de alta en Hacienda y buscar clientes. No hay otro modo. ¡Ahhh, sí, demostrar día a día que sabes lo que haces!
Anímate y si necesitas más empuje o ideas, ya sabes dónde me tienes.
Besitos