Algunos amigos me preguntan a menudo cómo hago para comer tan bien y variado durante toda la semana. Ya me habrás leído en ocasiones anteriores que la clave de todo es la organización. No me canso de repetirlo, pero me da que es solo un mantra que no funciona para muchísima gente. De verdad: no hay más secreto que organizarse y tener la despensa surtida de básicos para no tener que salir a comprar víveres cada día. Yo, además, suelo tener piezas de carne, pescado y muchas verduras en el congelador, pues te salvan de muchos apuros y sacian algunos caprichos, como sucedió con la receta que hoy te traigo. Bueno, si es que se la puede llamar receta…

De vez en cuando me descubro pensando en comer carne y yo misma me asusto. Sí, ya sé que es raro, pero no soy perfecta. ¡Qué le vamos a hacer! En este caso, tenía algunas verduritas ricas y geniales para saltear, pero no eran muchas, así que pensé en acompañarlas con unos filetitos de entrecot.

Lo mejor de esta receta es que se hace en un plis plas y te aplauden hasta con las orejas. Solo hay que elegir un entrecot gordito y cocinarlo bien. ¿Qué es gordito para mí?  Para mí 3 cm ya está bien. Es muy fácil de hacer. Se cocina un par de minutos por cada lado y a fuego muy alto. Luego se deja reposar unos cuatro o cinco minutos fuera de la sartén para que los jugos se distribuyan dentro de la pieza de carne, el músculo se relaje y la carne esté más tierna (esto lo he aprendido hace poco y funciona muy bien). Finalmente, se corta muy finita e intentando que el corte sea lo más transversal posible a las fibras de la carne para que el bocado sea más tierno. Yo no voy a discutir si la carne debe salarse antes, durante o después. A mí me gusta darle un toque de sal y pimienta durante la cocción y terminar de dejarla al punto cuando la pongo en el plato, porque me gusta ver cómo la escama de sal se funde sobre la carne caliente y… ¡A disfrutar!

Filetitos de ternera con verduras salteadas

[icons size=’fa-1x’ custom_size=» icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=» icon_color=’#82791c’ background_color=» margin=» icon_animation=» icon_animation_delay=» link=» target=’_self’] INGREDIENTES (para 2 personas):

• 2 filetes de entrecot gruesos (3 cm más o menos)
• 250 g de flores de brécol
• 2 zanahorias grandes
• aceite de oliva virgen extra
• sal marina en escamas
• pimienta negra molida

[icons size=’fa-1x’ custom_size=» icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=» icon_color=’#82791c’ background_color=» margin=» icon_animation=» icon_animation_delay=» link=» target=’_self’] ELABORACIÓN:

1º) Saca la carne de la nevera al menos una hora antes de cocinarla. Mejor si son dos horas antes.

2º) Lava la verdura muy bien. Pela las zanahorias y córtalas en ruedas de 3-4 mm de grosor. Intenta que las flores de brécol sean del tamaño de un bocado para no tener que cortarlas. Saltea la verdura durante 2 minutos a fuego muy alto, con un poquito de sal y pimienta, para que se doren un poco y extraer el máximo de sabor. Luego, baja el fuego y continúa rehogándolas durante 3-4 minutos más. Con este tiempo la verdura queda muy sabrosa y crujiente. Si te gusta más blanda, ya sabes que tendrás que dejarla al menos 2 minutos más.

3º) Calienta mucho una plancha o sartén (yo uso una de mis planchas de hierro). Pincela la carne con un poco de aceite de oliva y ponla en la sartén con el fuego muy alto. Añade un poquito de sal y pimienta (poca, porque luego, cuando la carne esté hecha y en el plato, añadiremos unas escamas más). A los 2-3 minutos máximo verás que empiezan a formarse pequeños charquitos de jugos sobre el filete, lo que nos indicará que es hora de darle la vuelta. Otros 2-3 minutos de cocción por la otra cara y lo sacas de la sartén, colocándolo sobre una tabla de madera. Deja que repose unos 4-5 minutos. Córtalo en lonchitas finas con un cuchillo grande y muy afilado. No olvides cortar de manera transversal a las vetas de la carne. A veces no es tan sencillo, porque hay vetas en muchas direcciones. En esos casos, intenta localizar la dirección de la mayoría de las vetas y corta los trozos más pequeños.

4º) Coloca la carne cortada esparcida en el plato formando la forma del propio filete y la verdura a su alrededor. Añade la sal en escamas y la pimienta al gusto del comensal y sirve inmediatamente.

¿Es una receta fácil o no? No olvides que siempre es más saludable acompañar los alimentos proteínicos con verduras que con carbohidratos. Ya sé que a todos nos gusta la carne con papas, pero es más sano que la carne se coma junto con verduras y, además, te aseguro que si las verduras están salteadas es un plato muy sabroso.

¡Venga! ¡A cocinar!