Querido lector:
No sé tú, pero yo, para el año 2018 quiero un universo de cosas. Las he tenido que apuntar, porque cada día pienso que eso que quiero es lo más importante. Luego, llega el día posterior y un nuevo deseo solapa al anterior. Sí, lo sé. Soy una persona que lo quiere todo y menos mal que la edad me ha hecho entrar en razón y ya soy capaz de no quererlo todo para hoy. Me basta con que sea mañana o, como mucho, pasado mañana. ¿Ves cómo he madurado? Si es que soy un alma cándida, un ser angelical fabricado de paciencia.
Cuando he ido leyendo la lista a los seres microscópicos que me rodean, estos han empezado a sacudir la cabeza y a poner ojos en blanco. No entiendo qué significan esos gestos, porque yo creo que he sido mucho más comedida que el año pasado. ¡Que sí, de verdad! Me he controlado mucho y he hecho muchos tachones en ese recopilatorio de mis deseos para 2018. Incluso, fíjate si soy comprensiva, las he ido poniendo en orden por si me dicen que son demasiadas y tengo que apear alguna del carro. Yo espero que no, porque, repito, he sido mesurada. Si recorto más mis deseos, me quedo en nada y eso tampoco…
Antes de leerte a ti, querido lector, mi lista de deseos para el 2018, tengo que comentarte que he empleado dos cuadernos para hacer mi lista y en el camino he agotado dos bolígrafos de tinta verde. No te asustes, que, al final, la lista ha menguado como las prendas en el armario de un año para otro. Lo de los bolígrafos de tinta verde te lo explico otro día que ya sabes que yo veo una mosca volar y me olvido de lo que hacía. Imagínate si viese un elefante rosa en gayumbos.
Espero que mi lista no te parezca pretenciosa, que más de una vez me han dicho que lo soy y, oye, no digo yo que no lo sea, pero me gusta pecar más por exceso que por defecto; que luego me quedo corta y me echan de la subasta y yo, participativa, lo soy un rato. A lo que iba, que se me va el santo al cielo, cuando no me voy por los cerros de Úbeda… ¡Mi lista de deseos!
[icons size=’fa-2x’ custom_size=” icon=’fa-heart’ type=’normal’ position=” border=’no’ border_color=” icon_color=’#c242b9′ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] Que el 2018 impulse nuestros sueños y proyectos como el viento las velas de un velero.
Felices fiestas. Feliz 2018.
¡Feliz Navidad Laura!
Me encanta que seas así, no cambies, por favor.
Un besote muuuuy grande y abrazo apretado para ti y para Marc.
No te preocupes, querido Manolo, porque no tengo intención de cambiar. Muchas gracias por estar ahí. Un abrazo, amigo.
Que preciosidad de manifiesto Lau…, hay tantos deseos en el corazón de cada uno de nosotros, que tú los has resumido a la perfección! Sueños y proyectos , total nada. El mío es uno muy gordo…, que seas muy feliz! Abrazo enorme querida amiga
Creo que todo lo bueno puede resumirse en eso. Lo que no quepa es que no merece la pena, ¿verdad? Espero que ese sueño gordo camine a la luz en 2018. Ya sabes que en lo que pueda ayudarte, ahí estaré.
Un besote, Loreto.
Me encanta navegar contigo y deseo que esos deseos se cumplan, seas feliz y que el viento siempre te lleve a buen puerto.
Feliz Navidad querida amiga.
Un besote
Naveguemos juntas hasta el infinito y más allá, Mercedes. Que podamos seguir divirtiéndonos y viéndonos durante todo el 2018.
Muaaaaaaaaaaaaacccccccccccccccccccc
Hola, llevo toda la semana pensando en ti, si en ti, no te engaño. El lunes cené uno de tus estupendos platos y pensé, tengo que enviarle una felicitación de Navidad. A veces los que estamos suscritos a blogs como el tuyo nos olvidamos de agradeceros el trabajo que ponéis en ellos y todo lo que nos enseñáis. Quiero darte las gracias por abrir mi mente gastronómica, por introducir platos en mi cocina que se han quedado para siempre, por enseñarme a jugar con las especias, por recomendarme libros, en resumidas cuentas por todo el trabajo y cariño que pones para que este blog llegue hasta nosotros. Me gustan mucho tus deseos para el 2018, yo entre los míos incluyo el seguir siguiendo tu blog y aprendiendo desde ti. Mis mejores deseos de corazón para ti y todos tus seres queridos. Un gran abrazo. Elena
Jo, Elena, muchas gracias… Por palabras como estas, una sigue al pie del cañón, porque, aunque a veces digamos que lo hacemos para nosotros, yo, al menos, lo hago para llegar a la gente, para intentar enseñar y aprender al tiempo. Si lo consigo en una pequeña proporción, me doy por muy saisfecha. Me encanta que cocinen mis recetas y que lo que intento transmitir sirva de algo a alguien. De verdad que me hace feliz.
Muchísimas gracias, de corazón y felices fiestas.