¿Recuerdas el post en el que hablábamos de que “quien piensa bien, escribe bien”? Haz memoria y trae a colación los diez consejos que el señor Ogilvy daba en la famosa nota que mandó a los empleados de su empresa. Uno de ellos es del que vamos a tratar hoy: escribe de manera natural, tal y como hablas normalmente.
Cuando Ogilvy aconsejó a los empleados de su empresa que escribiesen tal y como habitualmente hablaban quiso decir muchas cosas con una frase tan simple en apariencia. Por un lado, les pidió que usasen estructuras gramaticales y palabras sencillas y, por otro lado y de manera tácita, que mejorasen su manera de hablar y, en última instancia, de pensar. ¡Ahí es nada! Analicemos la frasecita de marras, que no tiene desperdicio.
[icon_list_item icon=’fa-bookmark-o’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=’#856d27′ title_size=”] Escribe de manera natural=escribe de manera sencilla
Cuando nos comunicamos por escrito o verbalmente buscamos algo por encima de todo: hacernos entender por el interlocutor. Entonces, debemos escribir con el objetivo de ser comprendidos. Esto no quiere decir que no podamos especializar nuestro lenguaje en función del interlocutor, del lector. Todo lo contrario. Si escribimos para un público sectorial, podemos emplear un vocabulario sectorial. Por ejemplo, si necesitas escribir sobre vectores gráficos, nadie te impide que emplees vocablos técnicos que te ayuden a transmitir la información que quieres a ese interlocutor que conoce la terminología. Sin embargo, que emplees un vocabulario especializado no quiere decir que hayas de usar una estructura gramatical compleja y enrevesada que impida comprender correctamente el mensaje. Al fin y al cabo, hablamos y escribimos con una finalidad principal: comunicar mensajes. Te recomiendo releer este artículo.
[icon_list_item icon=’fa-bookmark-o’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=’#856d27′ title_size=”] Escribe de manera natural=escribe tal y como sueles hablar
Para que tu escritura sea fluida y convicente, nada mejor que ser tú mismo. Me explico. No uses un lenguaje forzado o que no es propio de ti. No imites a otras personas, porque cada uno tiene un lenguaje que es su propio sello comunicativo. Desde mi punto de vista es muy positivo para conformar un estilo personal, pero siempre correcto, leer mucho y de temas variados. Siempre aconsejo leer lo que a uno le gusta de manera natural como fórmula de iniciación, pero, poco a poco ir integrando nuevas temáticas. El estilo personal se forja entonces, cuando todo lo que se ha leído se funde con nuestras propias habilidades, surgiendo un lenguaje personal que debemos cultivar y mejorar día tras día. Es nuestra mejor carta de presentación.
[icon_list_item icon=’fa-bookmark-o’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=’#856d27′ title_size=”] Escribe de manera natural=escribe con concisión
Mientras más concretes tu mensaje, más lo comprenderán tus lectores y este debería ser objetivo de cualquier comunicador, sea del tipo que sea. Tu mensaje ha de ser lo más claro posible, no debe ser ambiguo ni debe dar lugar a confusiones. Ve al grano. Si con una oración explicas todo, no uses tres para parecer más interesante. Te recuerdo este artículo para que tus artículos sean perfectos.
[icon_list_item icon=’fa-bookmark-o’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=’#856d27′ title_size=”] Escribe de manera natural=escribe sabiendo de qué escribes
Es una quimera pretender escribir de algo sobre lo que no se tienen conocimientos. Aquí volvemos a mencionar la idea de Ogilvy y emitida en este post: quien piensa bien, escribe bien. Hay personas que hablan y hablan y solo marean la perdiz, síntoma de que repiten un guión que alguien les ha dictado (por ejemplo, lo que hacen muchos políticos) o de pretender apabullar a su auditorio con palabras huecas y vacías de contenido que a algunos pueden parecer impresionantes. Mucho ruido y pocas nueces. No caigas en este error. Habla solo de lo que conozcas o, mucho mejor, profundiza en tus conocimientos. Estudia, cuestiona, piensa, indaga, reflexiona… Sé humilde y permanece siempre aprendiendo. Tus lectores te agradecerán que les hables de temas en los que eres un experto o sobre los que tienes grandes e importantes conocimientos. A veces no somos expertos, pero tenemos el don de comunicar didácticamente aquello de lo que sabemos bastante. No dudes de ti y usa ese don.
Por último, hay una frase o proverbio que parece no tener un origen claro que viene muy bien para cerrar este post y reza lo siguiente: no digas nada que no sea más precioso que el silencio.
Buenos consejos.
Hola Lau,
Estoy de acuerdo con ese señor y lo que cuentas de cómo escribir. Hay un proverbio que dice “Eres esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios” que me ha venido a la mente al leerte.
Lo cierto que con tanto emoticono y expresiones hechas, ya cualquier cosa bien construida a muchos les parece glorioso. Por suerte aún quedan trincheras llenas de lectores ávidos de buenas historias.
Un besote mi niña
Muy bueno! Será que me encanta el silencio que suelo hablar poco, jaja!! Unos consejos que habrá que poner en práctica! Gracias, guapa!
Muy buenos consejos Laura, cada día se aprenden cosas…y sobre todo lo que dices al final, que lo que digas aporte algo, que sea beneficioso….
Besos
Yo te aseguro que me encantaría escribir y transmitir cada trabajo que presento, de una manera, ya no sencilla, si no tal y como soy. Lo de ser escueto y no extenderse, me lo voy a aplicar también…
Esta última frase me encanta, “Héroes del Silencio” la nombra en una de sus letras…
Muackisss
Pues adelante, Mina. Si pones en práctica los trucos, poco a poco, verás cómo tu escritura se vuelve más fluida y armoniosa, más natural y convincente.
Besitos reina.