Hoy quería hacer una reflexión, pues hace unos días conversaba con una conocida que sufre de celiaquía. La escuchaba y se me encogía el alma, a pesar de que ella parecía llevarlo con mucha entereza. Pero, vayamos por partes y expliquemos qué es exactamente la celiaquía.
La celiaquía o enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune producida por una intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno y productos derivados de estos cereales, en personas con predisposición genética. Considerada tradicionalmente como un trastorno únicamente digestivo, actualmente se sabe que es una enfermedad sistémica, ya que la respuesta inmunitaria anormal causada por el gluten puede dar lugar a la producción de diferentes autoanticuerpos que pueden atacar a diversos órganos y sistemas.
El problema de los celíacos no se soluciona simplemente dejando de comer harinas de trigo, avena, cebada y centeno. ¡Ojalá fuera tan simple! La mayoría de los productos envasados que se venden en cualquier supermercado lleva gluten, al igual que féculas de distintas clases, huevo, frutos secos o lácteos. Por ponerte en situación, muchas latas de atún llevan harina de trigo, al igual que otras cosas que no imaginamos por qué forman parte de una conserva de pescado. Para la mayor parte de la industria alimentaria, el sabor, la textura y que el producto entre por los ojos es todo, así que hacen “todo” lo necesario para que te guste y lo metas en tu cesta de la compra. Por ello, un celíaco está normalmente en peligro dentro de un supermercado: casi nada lleva solo el producto que debería llevar. Sin mencionar la contaminación cruzada, que sería tema único para otro post.
Sin embargo, no solo los supermercados son poco seguros para los celíacos. Los restaurantes tampoco les ofrecen menús dignos y realmente fiables. La conocida con la que hablaba hace unos días me comentaba que hacía muchísimo tiempo que no iba a comer fuera de casa, simplemente porque no se sentía segura. Temía enfermar. Me pongo en su lugar y me entran sudores fríos.
Lanzo una pregunta a la industria alimentaria: ¿por qué es tan difícil encontrar pan para personas con intolerancias alimentarias? ¿Por qué se permite que casi todos los productos envasados lleven ingredientes que nada tiene que ver con su producto principal? ¿Por qué nuestros gobernantes no alientan una alimentación más natural y menos cargada de aditivos innecesarios? Demos gracias a que cada día más empresas del sector de la alimentación se empiezan a preocupar y ocupar de ofrecer productos para celíacos, teniendo incluso la opción de acudir no solo a los supermercados de toda la vida, sino a alguna web de pan sin gluten.
Creo que sería bueno que leyésemos la etiqueta de cada envasado que compramos, preguntásemos a los dependientes y encargados de los supermercados donde compramos y fuésemos más exigentes con todos esos “extra” que se añaden a los productos que compramos. Quizás de esa manera más empresas se plantearía dejar de introducir en ellos grasas saturadas, gluten, manices (cacahuetes), lácteos y/o aditivos peligrosos para nuestra salud.
¿Qué opinas tú? ¿Tienes alguna intolerancia alimentaria? ¿Cómo la sobrellevas?
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Lo mismo que le ocurre a los celiacos les ocurre a los intolerantes a la lactosa; cuando se toleran algo no es traumático, pero cuando no se toleran las trazas, la compra semanal se complica mucho y las salidas a comer fuera es misión imposible (a no ser que vayas a un restaurante vegano).
En cuenta a la panificación sin gluten, no es tan fácil, porque es precisamente el desarrollo del gluten lo que hace que el pan tenga la consistencia y la textura que tiene . Conseguir algo similar, requiere investigación y muchas pruebas hasta dar con la tecla. (tú lo sabes bien porque tienes más conocimientos de cocina que nosotros) y es precisamente eso lo que en los restaurantes y panaderías no están dispuestos en invertir para el rendimiento que le van a sacar… bueno tiempo y en las instalaciones y formación del personal
Dejo, por si interesa en enlace del Horno de Los Reyes de Dos Hermanas (Sevilla) que fueron pioneros en esto (por lo que tenemos extendido) y tienen una gran cantidad de productos sin gluten (sin posibilidad de contaminación cruzada porque sólo hacen productos sin gluten) http://panceliac.com
Es cierto lo que dices. Es complicado panificar sin gluten, pero yo estoy segura de que con interés e investigación se lograría. Además, queramos o no, cada día hay más personas con intolerancias y, en un futuro no muy lejano, restaurantes y panaderías no tendrán más remedio que estar completamente adaptados si quieren vender.
Interesante lo del horno de Dos Hermanas. Gracias por tu aportación.