No sé si a ti también te pasa, pero yo me emociono en los mercados. Ver esa ingente cantidad de colores, formas y texturas altera mi sistema nervioso y me vuelvo una obsesiva compulsiva. ¡Deseo llevármelo todo! Compro de todo y, claro, luego me faltan días de la semana para cocinar todo lo que me gustaría, todo lo que tengo anotado, todo lo que veo en los libros de cocina que habitan cada rincón de mi casa. Menos mal que tengo a mi viejecito carro de la compra que se comporta como mi Pepito Grillo particular. Cuando mi carro de cuadros está lleno, la locura cesa. La adrenalina se me baja y vuelvo a casa feliz y cargada de verduras y frutas, algún tarrito de miel de la isla y unos cachitos de los magníficos quesos existentes en las Islas Canarias. Si eso no es felicidad, se le acerca peligrosamente.
En esta ocasión, visité el Mercado de San Lorenzo, un mercado local de Gran Canaria y sucumbí a esas preciosas berenjenas. Las llaman “berenjenas chinas” porque son una de las muchas variedades que cultivan en ese país. La realidad es que es una “long purple“, pero es que también hay muchas subvariedades de esa “long purple“. Pasan del morado clarito al oscuro al madurar y puedo decirles que son “crema pura”. Sabrosas, suaves, cremosas y mucho menos amargas que las berenjenas del tipo “globosas“. Si tienes oportunidad, hazte con unas cuantas y pruébalas.
La berenjena es realmente solanum melongena, es decir, una solanácea y, aunque tendemos a pensar que es un vegetal muy mediterráneo, la realidad es que su origen está en India, Birmania y China hace más de cuatro mil años. La mejora genética de las semillas ha permitido que podamos cultivar berenjenas en casi todos los lugares del mundo. Sin embargo, hoy por hoy China sigue siendo el principal productor de esta planta con fruto comestible.
Hay muchas formas de preparar la berenjena, aunque en España la preferimos en pisto o rellena. Como encurtido es una delicia y también está muy rica rebozada y endulzada con miel, aunque así es excesivamente calórica para mi gusto. En la receta de hoy, me he decantado por cocinarla ligeramente al vapor, como parecen preferirla los asiáticos y creo que ha sido todo un acierto, porque estas pequeñas berenjenas no requieren mucho más que un poco de calor para fundirse en la boca. Ajo, jengibre, chile y un ligero aroma a albahaca son los broches de honor de este delicioso y sencillo plato que se cocina en los doce minutos que tarda el arroz en cocerse. ¿Crees que exagero? Hazlo y me cuentas.
Arroz con berenjenas
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=’#82791c’ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] INGREDIENTES (para 2 personas):
- 20 berenjenas “chinas” pequeñas
- el volumen de un vaso de 200 ml lleno de arroz basmati
- 400 ml de agua
- 6 dientes de ajo grandes
- un trozo de jengibre fresco de 2 cm
- 1/2 chile rojo fresco
- sal marina gruesa
- pimienta negra molida
- 6 hojas de albahaca fresca
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
[icons size=’fa-1x’ custom_size=” icon=’fa-arrow-right’ type=’normal’ position=’left’ border=’no’ border_color=” icon_color=’#82791c’ background_color=” margin=” icon_animation=” icon_animation_delay=” link=” target=’_self’] ELABORACIÓN:
1º) Calienta una cucharada de aceite en un caldero pequeño y añade 2 dientes de ajo pelados y laminados. Cuando empiecen a “bailar” y a cambiar de color, incorpora el arroz basmati. Rehógalo durante un minuto y vierte el agua. Tapa el caldero, mantén el fuego medio-alto y deja que el arroz se cueza y absorba toda el agua.
2º) Mientras se hace el arroz, lava las berenjenas. Calienta la otra cucharada de aceite en una sartén, añade las berenjenas, salpimiéntalas al gusto y tápalas. Hazlas a fuego medio-bajo durante 4 minutos.
3º) Pela el jengibre y los ajos restantes. Májalos en un mortero junto con un poco de sal y el chile rojo fresco. En cuanto las berenjenas estén hechas y con el fuego apagado, añade este majado a las berenjenas. Mezcla bien.
4º) Para servir, coloca el arroz en un plato y encima las berenjenas con su majado y unas hojitas de albahaca fresca. Rectifica de sal y pimienta si lo estimas necesario y sirve inmediatamente.
Que monada de berenjenas. De esta variedad no he visto por aquí, pero mira que son bonitas.
Me encantan este tipo de platos. Con pocos ingredientes y esa alegría del jengibre y el chile, tiene que estar estupendo.
Un beso.
Aquí tampoco las había visto antes, María. Las comienzo a ver ahora y, créeme, están buenísimas y, parece ser, son más fáciles de cultivar que las berenjenas normales para nosotros. Dicen que soportan mejor las plagas.
Yo las como como si fuesen pimientos de Padrón. 😉
Besitos
¡Que curiosas esas berenjenas! Nunca las he visto en ese mercadillo. Estaré con el ojo puesto, porque me las imagino con una buena fritada de pimientos de todos los colores, y me muero del gusto….mmmmm!!!!
Están riquísimas, Iván. Son casi golosinas.
Besitossssssssssss
Pués sí, me ocurre como a ti, me lo quiero llevar todo. Pero sólo de los puestos de verduras, frutas, aceites, especias y sobre todo de las pescaderias. Hay que comprar y para mi es un momento gratificante, me lo tomo como un hecho especial, suelo ir los Sábados por la mañana al mercado, con mi marido y es como un paseo, no es un “castigo”; te puedo asegurar que disfrutamos de ello.
En Málaga no he visto éste tipo de berenjenas tan pequeñitas y alargadas…si las veo seguiré tus pasos, la haré al vapor. Me ha encantado tu plato, ya sabes que la cocina oriental me pierde…y tu la bordas.
Yo también soy una fan de las pescaderías de los mercados, Antonia. Además, me encanta ese bullicio que, sobre todo, se nota los sábados. Ir recorriendo cada puesto viendo lo que tiene es algo que desde niña me fascina. Yo siempre explico que lo que más me gusta de la comida no es el resultado, sino el proceso que incluye hasta el momento de la compra del producto o de su recolección. Es reconfortante.
Estas berenjenas son tan tiernas que no les hace falta mucha cocción. Fritas deben estar buenas (aún no las he preparado así), aunque son tan delgaditas que casi puedo deducir que cocinadas al vapor es como mejor saldrán y va muy bien con este sencillo plato de aires asiáticos.
Gracias por pasarte, querida Antonia.
Qué cucas son estas berenjenas! además seguro que al ser tan pequeñas no tienen ni tantas semillas ni toque amargo!
No sé porque en España e Italia se comen fritas, porque son esponjas a grasa, al vapor o salteadas quedan mucho más ricas.
Me copio la idea porque seguro que caen en mi cestita (gigante!!!) cuando las vea!
Besos,
Palmira
Yo reconozco que fritas están buenas, pero es que al vapor es como más saben a lo que deben saber: a berenjena. Y estas chiquititas son taaaaaaan tiernas, Palmira. Son crema pura, de verdad.
Ya me contarás si las encuentras y las preparas.
Besitosssssssssssss