Todas y cada una de las fotografías que hacemos tienen líneas, sean de un tipo o de otro, las veamos a primera vista o no. Las líneas son un elemento muy potente en la composición de una fotografía gastronómica y debemos aprender a incorporarlas a nuestro flujo de trabajo habitual.
Las líneas ayudan a guiar la mirada del espectador, sirven para dar más o menos profundidad, dinamismo o fuerza a una imagen.
Tipos de líneas
Para usar líneas en nuestra fotografía, en primer lugar, debemos saber identificarlas, porque las hay de diversas clases:
1.- Visibles o figuradas
Las líneas visibles se ven a simple vista, porque son físicamente apreciables. Por ejemplo, la línea del horizonte o el filo de un cuchillo. Sin embargo, hay líneas figuradas que se forman uniendo mentalmente dos o más puntos en una imagen, como sucede cuando miramos a alguien apuntando con un dedo hacia alguna parte o una foto en la que aparecen varias frutas colocadas en hilera.
En esta fotografía hay líneas visibles (el cuchillo, el tenedor, las ramas de romero y los huesos de las chuletillas) y líneas figuradas (la diagonal que forman las chuletillas y las convergentes entre la prolongación del cuchillo y el tenedor si imaginamos su continuidad).
En la fotografía gastronómica, las líneas visibles y las líneas figuradas están siempre presentes.
2.- Verticales u horizontales
Mientras las líneas verticales imprimen fuerza y altura, porque nos impulsan a elevar la mirada, las horizontales son más naturales y transmiten tranquilidad. En la naturaleza, lo vertical implica algo tan natural como es el crecimiento de cualquier ser vivo y, sin embargo, los humanos concebimos nuestro mundo de manera horizontal; de hecho nos organizamos de esa forma. Las líneas verticales se perciben como masculinas y, visualmente, inestables, en tanto que las horizontales se observan más asentadas y estables.
Aquí se pueden apreciar, por un lado, las líneas horizontales del banco verde en una fotografía con encuadre vertical (rompe completamente la estructura compositiva habitual e impacta aún a riesgo de romper el equilibrio) y, por otro lado, la verticalidad de la pata del mismo banco. También se pueden observar las líneas de las juntas de las baldosas y su unión con la pared.
Como regla general, un encuadre vertical realzará más una o varias líneas verticales que uno horizontal y, a la inversa: un encuadre horizontal dará más equilibrio a las líneas horizontales. Esa es la norma, luego, si nos apetece causar una sensación diferente en el espectador, podemos quebrarla. No quiero dejar de decir que, si, además, nuestras líneas se repiten en dicho encuadre, lograremos una especie de ritmo, que podría dar más belleza a nuestra fotografía.
Es importante reseñar que para que nuestras líneas verticales u horizontales cumplan su función en la fotografía, deben ser verticales u horizontales completamente, así que, afina el ojo y ponlas rectas al cien por cien. Aún siendo muy importante esta norma, no podemos obsesionarnos, porque, a menudo, las cosas que fotografiamos no son perfectas ni rectas y no vamos a dejar de fotografiarlas por ello.
3.- Diagonales, convergentes y divergentes
Si quieres lograr dotar de perspectiva e imprimir tensión en tu foto, una línea diagonal será tu mejor aliada. Dan una gran sensación de dinamismo y acción.
Cuando usamos varias líneas diagonales (e incluso combinadas con verticales u horizontales) y las cruzamos en algún punto, estamos empleando líneas convergentes. Si dichas líneas, de manera visualmente continua, concluyen físicamente en la convergencia, pueden culminar en un atractivo punto de fuga. Las divergentes, por contra, parten de un mismo punto y van separándose poco a poco. Evidentemente, todo depende del punto de vista del espectador y eso siempre hay que tenerlo en consideración.
Podemos apreciar las líneas verticales y horizontales de la tabla de madera, así como las de las uniones de las baldosas de piedra. Destaquemos igualmente las líneas diagonales de los palillos metálicos que, además, divergen hacia la esquina superior derecha, detalle que suele gustar mucho a nuestros ojos de espectadores.
4.- Curvas
Poco hay más bello que apreciar la fluidez de una línea curva y aún más de una línea curva con forma de «S». Aparte de conferir movimiento a la fotografía, le aporta mucha sutileza, elegancia y feminidad. El ejemplo más paradigmático de una línea curva en «S» es un río serpenteante visto con un ángulo cenital. En fotografía gastronómica y por esta razón, es más agradable usar platos redondos que cuadrados o rectangulares, aunque de esto ya hablaremos en un próximo post.
Las líneas curvas siempre aportan sensaciones interesantes al espectador que contempla una fotografía, como es el caso de estos plátanos, los cazos medidores, los chips de chocolate… Mostrando distintas clases de curvas, más o menos perfectas y más o menos abiertas, nos aseguramos una imagen que no deja indiferente.
¿Y tú eres consciente cuando empleas las líneas en tus fotos? ¿Cuáles son las líneas que más empleas y qué pretendes con ellas?
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Gracias por la entrada, Laura. Volveré a leerlo más despacio para poder comprenderlo bien.
¡Feliz día!
Gracias, siempre sd aprende contigo
Anda, esto me interesa mucho…terminaré imprimiendo los post, para tenerlos a mano y ordenados…
Que interesante Laura,estoy aprendíendo muchas cosas contigo, lo pondré en práctica, a ver qué tal. Muchas gracias!!
Como siempre mucha información comprensible y aplicable, con unas fotos que me hacen soñar!
He tardado mucho en comprender que las horizontales y las verticales han de serlo realmente y sigo trabajando en ello porque muchas veces lo noto tarde cuando he subido la foto en el ordenador!!! Y como son las que más uso…
Estoy intentando cositas en diagonal pero todavia no estoy cómoda…
Gracias por compartir!
Palmira
Hola, he llegado a tu web de casualidad. Pienso que tus posts son buenísimos, muy, muy bien explicados, comprensibles y amenos. Muchas gracias por tu generosidad. Un abrazo.
Muchas gracias, Thais. Intento dar lo que me hubiera gustado tener yo en su momento. Si ayudo a alguna persona, me doy por satisfecha.
¡Bienvenida a este espacio! Un besito.