Chocolate negro. ¡Qué bellas palabras! Mientras más negro y amargo, más tentador y delicioso me parece. Profundamente denso y oscuro, marcadamente especiado y con un poder sobre los sentidos que embriaga con solo mirarlo. Con olerlo, me siento perdida. Seductor hasta los confines de la consciencia, incapaz de rebelarme contra tan duro rival. Y, finalmente, lo pruebo. Muero de amor…
La taza entre las manos, quemando las palmas y los labios pegados al borde de la blanca porcelana. La lengua que intenta acariciar el oscuro néctar de dioses. Como agua para chocolate… Lo sé. Percibo que arde. El sedoso jugo abrasa la rosada lengua, pero es al tiempo un remanso de paz. Y en los tiempos que corren…
Un alarido ahogado escapa de mí. El infierno ha escalado a mi boca. Aparto ese oscuro objeto de deseo. Unos minutos serán suficientes, aunque no dejo de observarlo. Se me antoja terciopelo. Es tan hermoso que las razones para esperar se disipan. ¿Minutos, segundos…? ¿Cuál debe ser la espera justa? Hasta que una cuarteada costra se cree para protegerlo. ¡Ya la veo! ¿O son imaginaciones originadas por el anhelo? Del cielo han llegado en volandas señales de enfriamiento…
De nuevo, la taza entre las manos, quemando las palmas y los labios pegados al borde de la blanca porcelana. ¡Ya no escaparás, bendito!
Chocolate caliente, oscuro y especiado
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] INGREDIENTES (para 2-3 tazas)
- 1/2 l de leche (mejor entera, con su grasita y su mejor cuerpo)
- 125 g de chocolate negro, con mucho porcentaje de cacao, sin azúcar y de buena calidad (yo uso Valor y, por si te lo estás preguntando, no, los señores de Valor no me han patrocinado)
- 1 vaina de vainilla (sin pulpa, que ya la gasté en el panettone)
- 1 rama de canela
- las semillas de 2 vainas de cardamomo
- la puntita de un chile rojo (peleón y picante)
- 2-3 escamas de sal (una escama por taza)
- 1 cucharadita colmada de harina de millo o maíz
Si buscas azúcar, no lo haces en el lugar apropiado. Aquí, tonterías las justas.
[icon_list_item icon=’fa-long-arrow-right’ icon_type=’transparent’ icon_color=” icon_top_gradient_background_color=” icon_border_color=’undefined’ title=” title_color=” title_size=”] ELABORACIÓN
1º) Infusiona la leche con las especias: calienta lentamente la leche, a fuego medio-bajo, con las especias y el chile. Cuando vaya a empezar a hervir, corta el hervor, pon un platito encima del cazo y deja que pasen unos 15 minutos. Cuela la leche infusionada y desecha las especias.
2º) Saca 3 cucharadas de la leche y mézclalas con la harina de millo. No puede quedar ni un grumo.
3º) Calienta de nuevo el resto de la leche y cuando vaya a hervir, retira el cazo del fuego. Añade los trozos de chocolate y deja que se fundan lentamente. No tengas prisa. A los 4-5 minutos, bate bien con unas varillas hasta que adquiera una consistencia y aspecto completamente homogéneos y lisos.
4º) Vuelve a poner a fuego medio y bate suave pero continuamente y, cuando vaya a hervir, añade la leche con la harina de millo. Observarás que el hervor se corta. Continúa batiendo, sin parar, notando cómo va espesando el chocolate. Lleva las varillas por todo el cazo: fondo y paredes, para que no se pegue nada. Cuando veas que va a hervir, retira el cazo del fuego y continúa batiendo unos 20 segundos más.
5º) Vierte el chocolate en las tazas. No debería haber ni un grumo, pero si ves que lo hay, cuélalo para tener un rico y aterciopelado chocolate caliente.
6º) Añade una escama de sal en cada taza. Verás qué delicia.
Seguro que estaba de vicio. Me considero chocoadicta, ¡qué le vamos a hacer! Me la guardo, cae seguro.
Besos.
Una barbaridad, María. Intenso, sedoso y con una cantidad de matices de fondo… Ummmm
Eso sí, la tacita más bien pequeña, porque es potente. 😉
Muaccccccccccccc
WooooooW…. Voy a prepararlo yaaaaa… Lo unico que no tengo es cardamomo..¿ Algo que lo sustituya?
Pues si no tienes cardamomo, no le pongas nada o, si te atreves, una ralladura de jengibre.
Rico, rico.
gracias Laura! Delicioso! Un beso enorme
Otro para ti, chiquilla. Si no solucionas lo del móvil, ten una estupenda despedida de año.
Muaccccccccccccccccc
Madre del amor hermoso, la tentación está servida, divino y adorado chocolate, no puedo vivir sin él!!!
Esta maravilla se va a la saca, jajaaaa, me parto contigo, la vaina, que el relleno lo usé en el panettone, eres la bomba, jajaaaa!!!
Mil besos!!!!
jajajajajjajajaja Hay que aprovecharlo todito “que la vida está mú malita”, Teresa, mi niña. 😉
Besitos
Hayyyyy Laurilla, no haber visto esto antes de Reyes…. No me lo perdono… Cosita rica!!!!!!!!!
jajajajajaja Bueno, tienes más oportunidades para hacerlo. Este fin de semana me preparo otro. Ñammmmmmmmmmmmmmmm
Gracias por la visita, Sol.