Las barras retorcidas de esta receta son muy sencillas de hacer y lo mejor de todo es que no hay que amasar y sudar la gota gorda.
Se trata de una receta sacada del libro “Pan casero“, de Ibán Yarza. Yo las he llamado barras retorcidas y él, “pan sencillo sin amasado”. Y es verdad: se trata de un pan muy sencillo de hacer, alejado de la panadería experta y sesuda, pero, sin embargo, muy rico. Así que, si quieres aprender a hacer pan y no complicarte mucho la vida, este pan sin amasado es una buena opción.
Por qué estas barras de pan son tan fáciles y resultonas
Por un lado, y tal y como dice Ibán Yarza, el reposo amasa. No obstante, para que el tiempo haga su efecto y amase, la masa debe tener mucha agua, así que aumentaremos la hidratación. El simple reposo de la masa la dotará de elasticidad y, al final, de mucho sabor y aroma. Además, aumentará el tiempo de conservación del pan.
Por otro lado, tampoco hay que formar el pan. Solo lo retorceremos. Más fácil, imposible.
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Opcional: humedece cada rectágulo de masa por un lado y cúbrelo de semillas. Cuando los retuerzas, te quedarán zonas con semillas.
Opcional: si quieres que la corteza quede muy crujiente y más gruesa, cuando apagues el horno, deja las barras en el interior y la puerta entreabierta durante unos 20-25 minutos.
Barras retorcidas sin amasado
INGREDIENTES (2 barras)
- 475 g de harina panadera
- 25 g de harina integral
- 330 g de agua
- 10 g de sal marina fina
- 1,5 g de levadura seca
ELABORACIÓN
1º) Preparar la levadura. Disuelve la levadura seca en el agua tibia (24-25ºC). Deja que actúe durante 4-5 minutos.
2º) Mezclar los ingredientes. Pon las harinas en un bol amplio y añade la sal en un lado. Haz un hoyo en el centro y vierte el agua con la levadura. Amasa con una mano o con una cuchara de palo. La masa debe estar muy pegajosa. Si no lo está, añade un poco más de agua. Seguidamente, tapa el bol y deja que repose durante 5 minutos.
3º) Doblar la masa. Humedécete la mano, tira de la masa por un lado y hacia arriba y dobla esa parte sobre la de abajo. Luego, tapa o cubre el bol para que no le entre aire y se seque la masa y métela en la nevera durante toda la noche. La masa ganará volumen y se volverá muy elástica. Si no ha crecido, déjala a temperatura ambiente durante 60 o 70 minutos.
4º) Formado simple. Vuelca la masa sobre una superficie muy enharinada. Forma un rectángulo con cuidado, tirando de la masa con los dedos. Córtalo en dos mitades y, enseguida, coloca cada mitad sobre un papel sulfurizado que cubra la bandeja del horno. Retuércelas dos o tres veces.
5º) Levado. Tápalas con un paño limpio y seco y deja que leven 2 horas.
6º) Hornear. Calienta el horno a 250ºC y pon una bandeja en la parte baja. Mete las barras en el centro del horno y crea un golpe de vapor al echar 120 ml de agua en la bandeja de abajo. A los 10 minutos, baja la temperatura a 220ºC, retira la bandeja con agua y continúa horneando 20 o 25 minutos más.
Las masas requieren de observación…
Antes de meterte de lleno en la panadería casera, es necesario que entiendas que las recetas con masas que tienen que levar necesitan que entiendas la receta, pero que hagas modificaciones según lo que vayas observando. En este sentido, que el pan salga de un modo u otro, depende de la humedad relativa, de la temperatura ambiente y de la de tu nevera, del propio calor de tus manos, del tipo de harina, etc.
Desde mi punto de vista, es imprescindible que observes las masas y que tengas paciencia con ellas. Puede que necesites un poco más de agua para que esté pegajosa y no se seque durante su reposo nocturno. En esta receta es mejor que te pases un poco con el agua a que te quedes corto. En resumen, añade agua solo si es realmente imprescindible y, para saberlo, hay que amasar, dejar reposar y observar bien.
Sin duda, la observación de las masas es lo que más me gusta de la panadería y la bollería. Soy un poco anárquica y me gusta poder interferir en las recetas. Si tú prefieres que te den la receta al milímetro, quizás hacer pan no es tu mejor aventura.
Echa un vistazo a estos otros panes
Estas barritas retorcidas me encantan para comer cortadas en rebanadas, con aceite y ajo, con sobrasada o con queso. Con mantequilla y mermelada están riquísimas.
Al día siguiente siguen estando buenísimas y, si las tuestas un poco, fabulosas.
Aquí te espero, en la próxima receta sana y de rechupete.
Tiene una pinta buenísima, el corte es una pasada. Tuve un percance con mi masa madre en la mudanza y no he vuelto a hacer. Ahora que la harina y la levadura son un bien escaso la noto a faltar pero en cuanto llega el color doy vacaciones al horno. Esta me la guardo para el otoño.
Besos.
María, este pan se hace casi solo. Lleva poca levadura y el reposo en frío le da mucho sabor y aroma. Si mientras llega el calor te apetece hacer pan, es una fantástica opción.
Yo he activado mi masa madre, porque llevaba tiempo sin siquiera mirarla, pues me decantaba por panes sencillos como este. No siempre tiene una ganas de panes muy “nivel experto”. A veces solo queremos comer buen pan, sin florituras.
Un besito.
Cada vez estoy más satisfecha con los panes de poco amasado y mucho reposo. Se obtienen resultados muy aromáticos y ligeros con tiempo y observación… Porque cada pan, cada hogar y cada día es particular y un día se tarda 45 minutos y al día siguiente pueden ser 70…
El corte es impresionante :o)
Besos,
Palmira